Prólogo.

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Sueños, esperanzas, ilusiones...

La vida está llena de ellos.

Evangeline Daxton conoció los tres, pero, como finos granos de arena, se escurrieron de sus manos de un plumazo. La esperanza ya no era nada en su vida, lo único que la mantenía a flote eran sus fuertes ganas de venganza, de justicia, el miedo de volver a donde antes estaba.

Conoció nuevamente la esperanza al conocerlos a ellos, a las estrellas que iluminaron su vida como un fogonazo de electricidad, pero, como siempre que estaba cuesta arriba, la vida la golpeó y le recordó que no todo era para siempre.

Los secretos, las luchas internas y los errores del pasado golpean tan fuerte como un bate, y nadar contra corriente es ahogarse sin llegar a la orilla.

Era hora de volar, de extender sus alas y sanar las plumas heridas que en el camino se había lastimado.

La Chica de la ventana hacia las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora