Capítulo 28

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Nunca creí que entraría a un lugar como ese y si hubiera sabido me habría envuelto de más valor.

La taberna era lo suficientemente grande para tener unas 20 mesas y todas ellas ocupadas por hombres y mujeres sentadas en sus regazos, sus escotes quedaban a la altura de los ojos de los hombres en lo que estaban sentados y sostenían un tarro de lo que parecía ser cerveza. El olor del lugar mezclaba varios aromas, cerveza, sudor, vomito y otra cosa que no identificaba.

—Lo percibes, ¿cierto? — sonó a mi lado Namyr quien me conducía a la barra del lugar.

—Si— dije despacio, ese aroma me erizaba los vellos de la nuca.

—¿Sabes lo que es?

Negué con la cabeza.

El se inclino y me susurro en mi oído— Sexo.

Abrí los ojos de golpe y mire a verlo inquieta, el pareció darle gracia mi reacción pues soltó una carcajada y me tomo de la cintura guiándome por todo el lugar, y detrás de mi Serkan gruño.

Nos acercamos a la barra de la taberna y la mujer que se encontraba detrás de ella nos miró con atención y tardándose un poco mas en Namyr y Serkan.

—¿En qué puedo ayudarles? — hablo con voz melosa y vi como saco un poco más el pecho.

—Venimos a ver a Gav— dijo Namyr apoyándose en la barra y pasando su mirada en la mujer— es urgente.

La mujer suspiro y se le subieron los colores al rostro, señalo una puerta que había en la parte de atrás.

—Que nadie nos moleste— le dijo por ultimo y nos acercamos a la puerta y antes de cruzar Namyr nos dijo a todos— Dejen que yo hable.

Tocó la puerta y no espero a que respondieran, la abrió y unos alaridos y quejidos salieron de la habitación. Seis hombres rodeaban a un hombre que se encontraba en el suelo con la cara hinchida y sangrando.

—Buenas tardes, caballeros— dijo Namyr.

Todos por un momento nos quedas quietos y en silencio.

—Namyr— dijo el hombre que sostenía la camisa del hombre golpeado— no creímos que te veríamos tan pronto.

—Veo que están ocupados, y estoy seguro que el hombre se lo merece— señalo al pobre hombre soltando un alarido.

—Pensó que nos podría robar sin que lo supiéramos.

—Si, y no quiero interrumpir, pero siempre cumplo mis promesas— miro en mi dirección y me hizo dar un paso adelante.

El hombre que había hablado soltó un ultimo golpe al hombre en el suelo y cuando se levantó, era demasiado grande y musculoso, de pronto me sentí pequeña y no pude evitar comenzar a mover mis manos y dejar salir un poco de mi niebla.

El hombre se detuvo frente a mi me miro con superioridad, miro de reojo a Namyr y él le sonrió, pero cuando me miro de nuevo, todo lo que paso después paso demasiado rápido.

El hombre levanto la mano para asestarme un golpe, levante mis manos para detenerlo y le arrogue una ráfaga de mi poder, lanzándolo hasta estrellarlo al otro lado de la habitación, Serkan saco sus colmillos y dagas interponiéndose a un hombre que iba por mí, Namyr pareció comenzar una danza con la espada que traía y el hombre que tenia como contrincante. Kili se transformó en un diente de sable y salto sobre un hombre que grito al verlo, Jenna saco sus espadas y sonrió frente a un hombre que se preparaba para pelear.

La habitación era un caos, gruñidos, choque de metal, palabrotas, hasta que una segunda puerta se abrió y de ahí salió una mujer menuda y pelirroja, detrás de ella había un retrete y al vernos se detuvo al instante, al igual que todos nosotros.

A través del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora