Capítulo 15

90 29 0
                                    


Jenna me cubría las manos con un ungüento para las quemaduras y después las envolvía en una fina gasa.

—No deberías volver hacer cosas como esas— me dijo aun concentrada en lo que hacía.

No me había quemado cuando extinguía el fuego, sino más bien cuando tome el tablón e intente levantarlo.

—No prometo nada— le dije aun cansada.

No había podido descansar, después de que el fuego se fue, ayudamos a los aldeanos a organizar sus casas y por eso nos habían dejado una cabaña, fue alcanzada por el fuego, pero aun así se mantenía en pie.

—Si no lo haces por ti, hazlo por el— inclino su cabeza en dirección a Serkan— se preocupó mucho por ti, tanto que no te quita los ojos de encima.

Gire hacia donde estaba Serkan y el miraba de reojo hacia nuestra dirección.

—Sabemos porque no deja de mirarme.

Por Alyssa, yo le recordaba a ella.

—Tal vez sea una Morilka, tal vez tenga la sangre fría, pero sí sé que estas siendo muy dura con él.

Incline mi cabeza, ya no tenía energías para seguir hablando.

—Sera mejor que descanses, esta vez te sobrepasaste y tu cuerpo necesita recuperarse.

Se puso de pie y volvió a donde estaba Kili ayudando a unas personas. Me quede un par de segundos sentada en donde estaba, mire a Serkan quien ayudaba a la niña que nos encontramos en el bosque a cargar unos leños.

Entre a la cabaña y me deje caer en mi saco de dormir, me dolía todo el cuerpo, sentía mis músculos tensos, hasta respirar aun me costaba trabajo.

Cuando Serkan y yo regresamos a la aldea, todos caímos en la cuenta de que ese fuego era controlado por alguien, por alguna razón alguien estaba quemando las aldeas, quien quiera que fuera debía tener mucho poder para poder controlar esa gran cantidad de fuego.

Alce mis manos vendadas y las mire por un minuto, si aquella persona tenía un gran poder para controlar el fuego, o debía tener aún más para poder derrotarlo y extinguir las llamas, no solo controle mis sombras, también las llamas.

Pero eso casi me desgarra por dentro, o más bien me quemaba. Sino hubiera sido por Serkan, de seguro yo hubiera muerto.

Serkan...

El me protegió y... me beso.

Me toque los labios, aún tenía esa sensación de sus labios en los míos, eran suaves y tibios, sus manos alrededor de mi cintura y bajo mis piernas, pegándome a su cuerpo y su rostro en mi cuello y como aspiro mi aroma.

Recuerdo como la noche anterior había dicho que había mentido sobre que no le agradaba mi aroma.

Ay no, ¿en que estoy pensando?

Me giré de lado y decidí que era hora de dormir, en verdad lo necesitaba.

No podía dejar que esos pensamientos entraran en mi mente, no tenia tiempo de pensar en eso, además estaba segura de que si lo hacía me dolería llegar a una conclusión.

No se cuanto tiempo paso, pero aun cuando me sentía muy cansada no podía dormir, escuchaba como afuera de la cabaña los aldeanos y hasta los chicos trabajaban en tratar de ordenar un poco del caos que se ocasiono por el incendio, yo trate de ayudar, pero Serkan me lo impidió de inmediato y mando a dormir.

Ni que tuviera cinco años.

Después de un rato, al caer la noche Jenna entro a la cabaña y se recostó sobre unas pieles que servían como un ligero colchón, los chicos se quedarían fuera haciendo guardia y haciendo un perímetro por la aldea, después de que concordamos de que el fuego fue provocado por alguien, supusimos que esa persona tenía que andar cerca.

A través del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora