Capítulo 58

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Estábamos afuera del castillo, la gran mayoría de los hombres o bestias ya estaban listos para partir.

—¿Están seguros de irse ahora?

El Rey Voltron me sonrió gentilmente.

—Entre más pronto nos marchemos más pronto llegaremos a nuestro destino, Su Alteza.

—Además de que nuestros destinos están un poco alejados— Neith ya traía puesta su ropa de batalla al igual que sus hombres.

—De acuerdo.

—No veremos el punto de encuentro Su Majestad— Namyr se había cambiado por algo más ligero, aunque igual de elegante.

—Los estaré esperando.

—Muy bien— Neith sonrió ampliamente enseñando todos sus dientes— Espero que no mueran, tenemos mucho de qué hablar.

Después de eso se transformó en un enorme puma con manchas tornasol y colmillos que sobresalían, rugió y salió corriendo, sus hombres salieron tras de ella.

—La próxima vez que nos veamos será en el campo de batalla— Voltron subió a su caballo— Les deseo éxito en sus misiones.

Vimos cómo se alejaron y al final solo quedábamos Serkan, Jenna, Kili y los Faes, aunque pronto también los faes se irían y solo quedaríamos los cuatro para lograr tener éxito en nuestra parte del plan, ya que sin eso nadie ganaría.

—Algunos de mis hombres se han adelantado esta mañana— anuncio Namyr metiendo las manos en los bolsillos— yo los alcanzare después de que todos se hayan ido del templo.

—Deberías ir con ellos, no es bueno que su líder se quede atrás.

Serkan le respondió mientras todos volvíamos al castillo.

—Tranquilo lobito, mis soldados son más fuertes y ágiles de lo que crees, no les pasara nada si los dejo solos unos días.

—Lo que quiero decir es que ya quiero que te vayas.

Namyr soltó una risita y después le paso un brazo sobre los hombros a Serkan.

—Jamás podrás deshacerte de mí, pulgas, ya deberías de aceptarlo.

—Y tu deberías de aceptar que te ves ridículo vestido de esa forma, florecita.

Namyr se separó y se dio un vistazo de pies hacia arriba.

—¿Qué tiene de malo? Es de la mejor tela que hay.

—Parece que fue hecha de retazos.

—Si no te conociera diría que estás celoso.

—¿Por llevar esa cosa encima? No lo creo.

Íbamos a mitad de camino y vi a Kili junto a Jenna cerca de una de las fuentes dentro del castillo, anoche se habían ido muy temprano de la fiesta y ahora no dejaban de acariciarse y de soltar risitas.

—Pero miren quienes estas ahí— grito Namyr— nuestros jóvenes enamorados.

Jenna trato de separarse de Kili, pero este no la dejo.

—¿Cómo les va su nueva vida de recién casados?

Kili le gruño cuando intento acercarse de más a Jenna y Namyr solo se detuvo y dio un paso atrás.

—Tranquilo tigre, es toda tuya.

Kili solo le enseño los dientes y después volvió a esconder su rostro en el cuello de Jenna.

—Eso me recordó a alguien— susurre.

A mi lado Serkan giro a verme —¿Qué?

—Nada.

A través del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora