Capítulo 45

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Un par de voces a mi alrededor sonaban por la habitación, comenzó como susurros y no alcanzaba a entender lo que decían. Después de volver de mi viaje mi cuerpo se sintió tan débil y cansado que apenas y pude durar unos minutos despierta después de ver a Serkan.

—... Su cuerpo seguirá cambiando Príncipe— esa era la voz de la mujer que nos había estado ayudando en todo este tiempo.

—Lo sé— respondió Serkan.

Comencé a abrir los ojos, estaba de frente a una pared y sus voces sonaban atrás de mí.

—Tendrá que tener mucho cuidado hasta que logre acostumbrarse.

—Aun no me ha dicho que cambios voy a tener.

—Lo sabrá con el tiempo.

Me giré sobre la cama y vi a Serkan y a la mujer sentados alrededor de una mesa.

Serkan volteo a verme y se levantó cuando me vio despierta.

—Al fin despertaste— me dijo caminando hacia mí, se veía bien, no cojeaba o su rostro se contorsionaba de dolor, parecía que sus heridas estaban sanando correctamente.

—¿Cuánto tiempo dormí? —Pregunté mientras me incorporaba y Serkan me ayudaba en el proceso.

—Casi un día entero.

—Genial— respondí— he roto mi propio récord.

Me puse de pie y comencé a caminar hacia una de las sillas de la mesa.

—Princesa— me saludo la mujer— me alegro que ya esté bien.

—Gracias— le sonreí cuando logré sentarme.

Sabía que un simple gracias no era suficiente por todo lo que había hecho por nosotros, ayudar a Serkan con sus heridas, mandarme al pasado para que nos pudiéramos encontrar, nos ayudó de muchas formas que aún seguía comprendiendo y en ese momento lo mejor que podía darle eran las gracias.

Serkan me acerco un plato lleno de comida, sin tardar más comencé a picar la carne seca y la llevaba directo a la boca, era una delicia cuando no había comido en más de dos días. Serkan se sentó a mi lado y paso un brazo por el respaldo de mi asiento y muy gentilmente me acariciaba la espalda, le sonríe con la boca llena de frutas picadas y volví al ataque con la comida.

—He puesto al tanto al Príncipe sobre los acontecimientos de los últimos días— dijo tranquilamente y a mi casi se me cae la comida de la boca.

—¿Qué?

Mire a Serkan y él lo confirmo.

—Se del viaje que tuviste que hacer.

Mire a la mujer de reojo, ¿en verdad era bueno que el supiera todo eso? Creí que sería algo ultra secreto.

—También se de nuestro primer encuentro y como eso llevo a nuestro lazo.

—¿En serio?

Serkan sonrió dulcemente y su voz fue como terciopelo en mi piel —Sabia que ya te había visto antes— me acaricio la mejilla con sus nudillos y su sonrisa creció aún más— solo que no sabía si en un sueño o eras producto de mi imaginación.

—Yo... no sé qué decir.

Serkan me abrazo y me beso la frente.

—Créeme que mi amor por ti no ha cambiado en todo este tiempo.

Un lindo sentimiento crecía en mi pecho, se expandía y me llenaba de calidez y felicidad. Ver y escuchar a Serkan decir aquellas palabras eran el mejor poema que pudiera escuchar, sus ojos brillaban de alegría y su encantadora sonrisa me dejaban sin aliento. Deje escapar una risita, era como si lo que estaba pasando fuera un sueño, pero luego el me acompaño con la risa y al final unió nuestras frentes.

A través del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora