Cueva

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Esperaba que Sasuke terminara de limpiar su espada para partir a las cuevas de la aldea en la que estaban, el Uchiha se tomaba su tiempo en dejar lista su arma letal.

Sasuke observó sus propios ojos en su espada, recordó a su hermano y evitó su propia mirada, ladeo un poco se cabeza al sentir que Sakura se acercaba y comenzaba a masajear sus hombros.

—¿Qué piensas Sasuke kun? Cuéntame lo que te atormenta.

—¿Cómo sabes que algo me atormenta?

—Porque te conozco tanto que si olvidad quien eres yo podría hacerte recordar cada parte de ti y de tú vida. —respondió la peli rosa.

—Solo estaba pensando en Itachi y en mis padres. —confesó. —A veces me pregunto como sería todo si ellos estuvieran vivos, aunque quizás igual hubieran muerto en la cuarta guerra ninja, dando su vida por konoha.

—El futuro es siempre incierto Sasuke kun, Itachi fue un héroe aunque muchos no sepan la verdad de lo que pasó, tanto él, como tú y tú clan fueron víctimas, tanto del poder como de la manipulación, creo que la aldea debe ser guiada por alguien que esté cubierto por amor, solo así se podrán aceptar todos entre sí, tanto aquellos que son aldeanos comunes, como aquellos que son de altos clanes y los que son como yo. —comentó ella sin dejar de dar masaje en los hombros de Sasuke.

Asintió y guardó su espada, cerró sus ojos y disfrutó del masaje.

—Cuando volvamos a la aldea me gustaría ir contigo al santuario Uchiha, claro sino te molesta, podemos llevar flores para Itachi y tus padres. —sugirió Sakura un poco cohibida. —En tú ausencia siempre ponía flores para ellos.

Sasuke sonrió levemente y asintió, acababa de descubrir quién mantenía el santuario Uchiha limpio y en buen estado, porque aunque él se había ido de la aldea nunca dejó de visitar en secreto aquel santuario, se levantó y se giró para mirar a su esposa.

—No es molestia, eres una Uchiha ahora. —contestó antes de colocarse su capa. —Vamos, Neji, Sai y la protegida de la Tsuchikage deben estar esperando por nosotros.

—Sasuke kun.

Detuvo sus pasos al escuchar la duda en su esposa.

—¿Hmmp?

—¿Qué hubieran pensando tú familia de mí? —preguntó la Uchiha apartando la mirada. —Es decir no soy de ningún clan importante, soy relativamente débil y...

Sasuke como casi siempre tocó la frente de Sakura y luego le dio un pequeño golpecito en su cabeza haciendo que se sobresaltara.

—No pienses en esas cosas, primero no eres débil, deja de decir eso, segundo sabes bien que tú clan si es importante, pero tomó la decisión de mantenerse al margen y tercero no sé qué habría pasado si mi clan estuviera vivo, pero lo que sí sé es que ellos te querrían, incluso Itachi me habló de ti. —contestó Sasuke.

—¿De verdad? ¿Qué te dijo?

—Me habló sobre el valor que tenías, me contó sobre cuando te vio junto a la anciana de la aldea de la arena, Kakashi y Naruto, se sorprendió de que tú no cayeras en su genjutsu y en cambio  ayudaras al usuratonkachi a salir.

Sakura se frotó la barbilla y asintió, recordaba aquel enfrentamiento con Itachi.

—Y bueno reconoció tus agallas, lo hablaste directo reclamando por mi, a mi hermano le gustó saber que yo tuve personas con las cuales contar y quienes me querían, su deseo antes de irse era que yo volviera a la aldea, pero yo había cambiado tanto.

—Lo bueno es que regresaste, cambiaste y eso es lo importante Sasuke kun.

En silencio salieron y caminaron hasta encontrarse con Sai, Neji y Mekuri, quienes esperaban por la kunoichi y el Uchiha.

Mi Sol En Primavera. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora