Chakra

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Llevaban días detrás del rastro del cuerpo original del Zetsu blanco, de camino se habían encontrado una que otra pelea y algunos percances, Sasuke estaba sumamente preocupado, sentía cerca de ellos un chakra débil y distinto que no conocía.

—Sakura. —se detuvo y sujetó a su esposa cuando al detenerse de forma abrupta casi se cae al suelo.

—¿Qué sucede Sasuke kun?

—Descansemos un poco. —habló sin mirarla.

Volvió a sentir ese chakra, miró en todas direcciones y se aclaró la garganta cuando Sakura le tendió una botella de agua.

—¿No has sentido un chakra extraño? —le preguntó Sasuke a su esposa.

—No. —Sakura limpió el sudor de su frente y se sentó.

—¿Estás bien? —le preguntó el Uchiha después de mirarla unos segundos.

—Por supuesto Sasuke kun ¿Porqué la pregunta?

—Te veo pálida, quizás por el frío, no deberías ni estar sudando Sakura.

—Eso sí, últimamente está muy frío. —comentó Sakura.

—Casi es de noche, busquemos donde descansar y guardarnos del frío.

Sakura asintió y se levantó para caminar junto a Sasuke, pero no pudo alcanzarlo, no cuando sus piernas temblaron y no tuvo suficiente fuerza para sostenerse, cayó de rodillas y apoyó sus manos en el suelo, por unos segundos todo se volvió borroso para ella.

—¡Sakura!

Sasuke la ayudó a levantarse y la sujetó, pegándola a su cuerpo para evitar que cayera nuevamente.

—Estoy bien Sasuke kun, solo me sentí un poco mareada.

Permanecerion así unos minutos hasta que Sakura estuviera bien, el Uchiha notó como el color volvía al rostro de su esposa, estaba realmente preocupado, dos días atrás habían peleado con unos ninjas renegados de la aldea del sonido y los habían atacados con agujas cubiertas de veneno, la peli rosa aseguró que aquello no le haría daño, pero ahora parecía enferma y eso lo tenía asustado.

Maldijo cuando comenzó a llover, se acercó a Sakura y la cubrió con su susano, evitando así que se mojara, su esposa le sonrió y le agradeció cuidarla, el solo se limitó a asentir y se detuvo al sentir nuevamente aquel chakra.

—¿Sasuke kun?

—No pasa nada. —señaló una cueva y colocó una mano en la espalda de su esposa. —Mira, entremos ahí.

Entraron juntos, al mismo tiempo que un relampago rasgaba el cielo, Sakura se sobresaltó con el sonido y Sasuke se mantuvo a su lado.

—¿Cómo está tú brazo Sasuke kun?

—Gracias a ti está bien. —respondió el Uchiha mostrándole su brazo.

—Me alegra escuchar eso, esos ninjas renegados nos tomaron desprevenidos. —murmuró Sakura.

—Duerme un poco, haré vigilia hasta mañana.

—Ven y duerme conmigo, podemos preparar una trampa por si alguien se acerca. —Sakura tocó el suelo invitando a su esposo a ir a su lado.

Suspiró sin ganas de negarse, preparó un genjutsu para evitar que vieran la cueva y se acercó a su esposa, se tumbó junto a ella y la abrazó, Sakura se quedó dormida al instante, parecía ser que estaba muy cansada y no quería decir nada, Sasuke le apartó el cabello del rostro y la observó, su piel volvía a estar pálida y sudorosa, limpió su frente con su pulgar y revisó que no tuviera fiebre o estuviera muy fría.

Mi Sol En Primavera. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora