Mi Sol En Primavera.

Déjame Sola.

Holaaaa!!!

Antes de que lean les dejo la nota de autor y dedicatorias.
Ya casi estoy libre de los hospitales, por lo que podré actualizar seguido así como cuando inicio la historia, aunque ya a esta no es que le queden muchos capítulos, pero vendrán más historias.

Se que este cap no es muy largo, pero intento recalcar lo más importante en cada cap, prometo que el siguiente será más largo.

Dedicado con amor a todos los que me leen, con mención especial a:

Alexadellpc CamiDanger1995 @Bonnymr @betsygutierrezpor @vian1509 @stefannyestrada123 JhuliethTolentinoRod GiselaMoraRodrguez8 Lauraalvarez772 @meryfanya JavieraToro944 @paloro @katpa15 @lospectorales
@annyliam VENDALIA @paulitatan @lmdpc @nerobasta2 @angeifer

Sin más que decir y agradecerlees dejo leer...

—Sakura.

Esas palabras cuando abrió sus ojos, estaba un poco aturdido, tenía días sin dormir tanto, entre las misiones y mantenerse alerta le había agotado demasiado y no lo notó, la tarde anterior se había quedado dormido junto a Sakura después de tener una pequeña disputa.

Buscó en toda la habitación alguna nota de su esposa, pero no encontró nada, frunció el ceño ya que Sakura siempre le dejaba un escrito antes de salir, tomó una ducha rápida y salió a buscarla siguiendo su firma de chakra, levantó su mirada cuando estuvo frente al hospital, se acomodó el cabello cuando el viento se detuvo y entró.

Las enfermeras y ninjas médicos se quedaron observándolo, todas deseando estar con él, porque la apariencia del Uchiha era majestuosa, caminó hasta encontrar un jardín en el hospital y ladeo su cabeza cuando vio a su esposa, Sakura estaba sentada en el borde de una fuente y a su alrededor habían unos doce niños, junto a ella estaba Gaara, Shinki y una peli negra que el Uchiha no reconoció.

Se acercó un poco, evitando que Sakura y los otros  le vieran, uno de los niños dio un paso al frente y tocó las manos de la peli rosa y la miró con curiosidad.

—¿Puedes hacerlo de nuevo? —preguntó el niño.

—Claro. —Sakura moldeó chakra con sus manos y acarició los dedos del niño haciéndolo reír.

—¡Yo también quiero! —los otros niños se levantaron y corrieron a tocar las manos de Sakura.

Gaara colocó un brazo delante de la kunoichi evitando que los niños terminaran de acercarse a ella, compartió mirada con Sakura y negó.