Mi Sol En Primavera.

Boda En La Aldea Del Oro

Cruzó sus brazos, estaba más que seguro que torturaria a Kakashi por olvidar un detalle tan importante, su ojo derecho comenzó a palpitar con un tic nervioso por la ansiedad que se apoderó de él en ese momento.

-Ya dejen de tocarme. -se quejó Sasuke sintiéndose avergonzado.

-Señor Uchiha, tenemos que tomar exactitud sus medidas para que quede perfecto para su futura esposa. -explicó un joven rubio que le recordaba a Naruto.

-Acaben rápido. -gruñó enojado.

Sasuke volvió a cerrar sus ojos y comenzó a pensar en la peli rosa, ojalá ella estuviera mejor que él, estaba odiando la situación, aunque pensar en Sakura como su esposa le hizo sonreír sin él mismo darse cuenta, a pesar de todo él sentía que su destino era estar solo, su compañera le daba cierta paz que él necesitaba, pero ella merecía algo mejor que un ninja que tenía fama por ser un desertor.

-Listo. -comentó el rubio y se alejó para buscar un espejo.

Observó su vestimenta y frunció el ceño, pensó que usaría una yukata, no aquel traje elaborado para él exclusivamente, era negro y subía un poco hasta su cuello, haciéndolo ver un poco más alto de lo que era y estilizando su figura, en el medio se podían apreciar unos botones de oro relucientes y al lado derecho estaba bordado cuidadosamente el logo Uchiha.

-¿Qué le parece mi creación?

Tocó el logo y se quedó pensando unos segundos, era el último de su clan y ya no lo usaba, sin embargo en todos lados conocían aquel símbolo. ¿Cómo se vería Sakura llevándolo?

-¡Hola! Señorito. -el rubio hizo ademanes tratando de llamar la atención del Uchiha. -¿Le gustó su traje?

-Hmm.

El rubio frunció el ceño y cruzó sus brazos.

-Uchihas. -se quejó el rubio.

-¿Conoces a algún otro Uchiha? -preguntó Sasuke.

-Obviamente, conocí a tú hermano, fui quien elaboró la camiseta que te regaló cuando eras pequeño, me llamo Yamiko, tengo más años de los que aparento, en fin, luces espectacular, estarás a la altura de tu esposa.

Se volvió a mirar en el espejo con un deje de nostalgia, sabía que aquella boda afectaría a Sakura, conocía perfectamente los sentimientos de su compañera hacía él, pero debían de hacer todo a su alcance por la misión.

-Sígueme por aquí, el salón está listo.

Caminó a través de los pasillos, mismos que estaban cubiertos de flores de cerezo, aquello parecía ser muy sospechoso, era obvio que algo más tenía que ver Kakashi, llegó al fondo donde lo esperaba un anciano regordete y con una sonrisa en su rostro, frente a él se encontraban algunas diez personas más que lo miraban como si estuvieran orgulloso de él.

-¡Que pase la novia! -gritó el señor.

Sasuke se aclaró la garganta y se quedó observando la entrada, dos niñas cruzaron el umbral llevando consigo rosas en canastas de oro, después de siguió un joven llevando un paraguas, parecía ser que aquello era parte de las ceremonias en aquel lugar.

Unos segundos más tardes el público se puso de pies mientras la novia ingresaba, Sasuke sintió que su corazón se saldría de su pecho al ver a Sakura, él sabía que ella era hermosa, sin embargo verla en ese momento, tan inocente, caminando hacia él con tanta timidez y sus mejillas sonrojada lo conmovió, le hizo sentirse feliz, ella tampoco vestía un kimono, sino un vestido blanco con dibujos de pétalos de flor de cerezo dibujados a la perfección, con un leve tono rosa, su cabello estaba recogido mientras que algunos mechones con ondas caían sobre su rostro, sus labios estaban cubiertos por labial rojo mientras que el resto del maquillaje era muy sencillo.