De Regreso

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—¿Y bien? —Sakura frunció el ceño cuando Mi-yo terminó de hacerle el ultrasonido.

Sasuke esperaba que la ninja médico dijera algo acerca de su bebé y del estado de Sakura.

—Está en perfecto estado, tanto su bebé como Sakura. —dijo Mi-yo con una sonrisa. —¿Quieren saber el sexo? —preguntó mirando a la pareja.

Los Uchihas compartieron miradas, ya habían hablado sobre eso y ambos ya sabían que tendrían una niña, Sakura le creía a su esposo y confiaba en sus instintos, además meses atrás le había contado acerca de su sueño con su familia.

—No, ya sabemos que es una niña. —respondió Sakura.

El Uchiha ayudó a Sakura a sentarse y a bajar de la camilla, aunque no era necesario a él no se le escapaba un movimiento de su esposa.

—¿Es seguro que ella viaje entonces? —preguntó Sasuke sin soltar la mano de su esposa.

—Sí, lo es, Sakura está ya en su cuarto mes, los malestares comenzaron a disminuir y ya su bebé no depende del todo del chakra de Sakura como antes, por lo que no estará débil con frecuencia, pero tampoco puede esforzarse demasiado, deberia descansar con frecuencia.

Sakura y Sasuke se miraron, sintiéndose felices por aquella noticia, ambos deseaban que su hija naciera en Konoha, ya lo habían hablado y a ambos les causó emoción pensar en eso.

—Gracias Mi-yo, gracias por tanto. —Sakura soltó la mano de Sasuke y tomó las de su amiga.

—No es nada Sakura, me siento halagada porque confíaste en mi para ser parte de esta hermosa etapa en tú vida, desearía que se quedaran aquí.

—Descuida, vendré a visitarte. —prometió Sakura.

—Te estaré esperando.—Mi-yo sé aclaró la garganta y miró a Sasuke de reojo. —Sakura, ¿Podemos hablar un minuto a solas?

—Claro que sí, así Sasuke Kun aprovecha y le envía una nota a Kakashi para avisarle que partiremos mañana.

Sasuke asintió y se retiró, dejando a su esposa junto a Mi-yo, sonrió y miró el cielo cuando salió, estaba inmensamente feliz junto a Sakura.

—Cuéntame todo. —susurró Sakura con una sonrisa.

—Pues ya sabes que Gaara y to estamos saliendo desde hace más o menos dos meses, resulta que anoche estábamos jugando... —Mi-yo se sonrojo haciendo que Sakura cruzara sus brazos y achicara sus ojos.

—¿Gaara jugando?

Mi-yo asintió y se mordió los labios sintiendo que sus mejillas ardían.

—Pues sí, él y yo nos quedamos solos en su casa, Temari se llevó a Shinki a Konoha para la actividad de niños que tendría la aldea. —Mi-yo se aclaró la garganta y se sobresaltó cuando Sakura le dio un pellizco. —Entonces comenzamos a jugar, nos hacíamos preguntas y por cada cosa que ninguno había hecho tomábamos un trago, pero al final si los dos alcanzabamos diez tragos al mismo tiempo tendríamos que besarnos.

—¿Y? No sería la primera vez que se besan. —señaló Sakura sentándose frente a Mi-yo y tomando un poco de agua.

—Es que verás, habíamos tomado más de lo que soporta nuestro cuerpo y pues terminamos consumando todo Sakura.

Sakura escupió su agua y se atragantó, Mi-yo jugaba nerviosa con sus dedos y se mordió los labios.

—Termina de contar todo.

—Cuando despertamos nos dimos cuenta de todo y pues Gaara estaba en shock, tuve que darle dos bofetadas para que reaccionara y lo primero que dijo fue que tenemos que casarnos ya.

Mi Sol En Primavera. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora