Capítulo 9 - Cabeza Fría

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Kim, Solange y Nolan no pudieron evitar abrir los ojos al doble

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Kim, Solange y Nolan no pudieron evitar abrir los ojos al doble. La estaca en la mano de Solange estuvo a punto de caer.

—¿Qué su... cede? —balbuceó Miranda al tiempo que le escurrieron lágrimas.

—¡Formación diamante, protección a Miranda a cualquier costo! Esto ya no es un juego —mandó Julieta de forma fría y tranquila, como si aquel fuera un entrenamiento cualquiera—. Miranda, atenta. ¿Hay alguien más ahí?

Formaron un estilo de rombo con Miranda en el medio.

—No— contestó ella sollozando.

—Tenemos que ver que sucedió y ver si tienen armas. Los necesito fuertes, ¿Ok? En especial a ti, Miranda. Eres nuestros ojos. Confío en ti.

Todos asintieron y Miranda se limpió el rostro armándose de valor.

Se acercaron, y entraron al bosque. Pudieron ver primero rastros de sangre, seguidos por pedazos de piel y ropa.

Podían escuchar la respiración fuerte de Miranda, mientras que los demás se habían olvidado de tomar aire.

La escena fue terrible.
Los habían destrozado por completo. Los vampiros en condiciones normales solo bebían la sangre y dejaban los cuerpos, pero esto era una forma de humillación a los cazadores. Deshacerlos cual muñecas rotas.

Aquellos habían sido sus compañeros. Solange aún tenía la pluma morada con aroma a uva que le había prestado Romina hacía unos días.

—Revisen los cuerpos, busquen por armas — les dijo Julieta.

—Está la bolsa, también solo recibieron rocas —dijo Nolan. Los labios le temblaban y por más que los quería mantener firmes, se le desboraban en una mueca de dolor.

Julieta asintió con seriedad pero Solange sabía que solo mantenía la compostura para darles fuerza.

—Julieta... — dijo Miranda con voz ahogada señalando dos puntos en una pierna separada de su cuerpo.

—No me digas que... ¡MALDITA SEA!

Pese a los cuerpos destruídos, las mordeduras varíaban, los vampiros jóvenes teniendo poco control, siempre dejaban mordidas con todos los dientes, a veces arrancando pedazos... las mordidas discretas como esos dos puntos significaban vampiros mayores al centenario. El mayor problema es que pasando esa marca no se podía saber cuántos centenarios tenían. Arriba de lo trescientos años ya incluso se consideraban peligrosos para cazadores de elite.

—Tenemos que tener mucho cuidado. No hay más que podamos hacer, tendremos que dejarlos y reportarlo cuando estemos a salvo.
Vayamos tan rápido como podamos, Miranda te necesito al pendiente de todos los vampiros a nuestro alrededor o si hay otros compañeros vivos. Si encontramos a otro equipo tendremos más posibilidades de sobrevivir.
Necesito extra cuidado con sus estacas, no podemos darnos el lujo de desperdiciarlas, ahora más que nunca. Recuerden el ángulo para estacar. Con esto no podemos cometer errores.

SolangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora