Capítulo 12 - Corazón Roto

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Todos entraron al gimnasio, algunos se habían desvelado la noche anterior en la fiesta de iniciación de los de segundo pero todos estaban de muy buen humor

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Todos entraron al gimnasio, algunos se habían desvelado la noche anterior en la fiesta de iniciación de los de segundo pero todos estaban de muy buen humor. Empezaron a estirar y a cuchichear sobre sus años escolares cuando el profesor Deepak entró con otro profesor a su lado.

—Cazadores. Buenos días. Vengo a informarles, con bastante tristeza que la profesora Alemina Helios ha renunciado a la organización.

Se quedaron callados. Aquello les había caído como agua helada y nadie siquiera pudo balbucear.

—Regresó de su misión por los Estados Unidos hace unas semanas y decidió ya no continuar.
Ha renunciado no solo a su trabajo en la organización, sino también a las tribus Sinne y la dinastía del Sol.
Su memoria ha sido modificada, por tanto, se les pide no intenten buscarla ni contactarla. Hacerlo puede llegar a confundirla y a hacerla sentir insegura.
Dicho eso, el profesor Jabiro estará enseñando la clase de combate en su lugar y la profesora Aliza tomará lectura de mentes.

La clase completa se vio muy decepcionada. La profesora Helios era una de las mejores cazadoras en el mundo. Todos siempre hablaban del buen nivel que tenían como grupo y todos sabían que se lo debían a ella.

—Es como si me hubiesen arrancado algo —murmuró Miranda.

Solange tuvo que salir al baño. Había practicado durante un año todos los giros que les había dejado de tarea y había tenido la ilusión de que la profesora Mina le enseñara más.
Se sintió decepcionada y dolida.

—No pueden tomarlo personal —les dijo Nolan al terminar la clase.

—¿Cómo más lo voy a tomar? ¿Por qué nos dejaría? —dijo Solange. Era como si algo le estuviera apretujando el pecho.

Nolan miró a Solange preocupado y le dio un abrazo de lado.

—Umm ¿y yo estoy pintada? —le dijo Julieta, quién también se veía molesta, poniéndose a su otro lado. Nolan soltó una risita y también la apretó fuerte.

—Estaremos bien. Estoy seguro que la profesora Mina tiene sus razones y debemos respetarlas —dijo él.

Una alarma se encendió en Solange. ¿Desde cuándo Julieta pedía abrazos de Nolan? Sintió el corazón palpitarle en la cabeza. Desde que los solicitó el equipo A como ayuda extra para una misión de una semana, se habían notado más unidos. ¿Sucedía algo ahí?

—Creo que voy a correr un poco antes de la siguiente clase— dijo Solange.

—Voy contigo —dijo Julieta.

Solange fingió una sonrisa, realmente quería estar sola un rato. Era demasiado por un día y apenas eran las 10am.

Estiraron primero en las canchas. Solange echó una miradita a Julieta. No entendía la pubertad tan injusta.
Julieta lucía tan adulta aún siendo solo un año mayor que Solange. Su cabello siempre estaba peinado en trenzas que Solange jamás podría lograr, o suelto y siempre quedándose en su lugar y con un volumen hermoso. Sus proporciones eran increíbles, era delgada pero con la figura de un reloj de arena y su piel siempre lucía brillante y tersa sin imperfecciones.

SolangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora