Solange nació en una familia de cazadores de vampiros legendaria, y por tanto, es su deber formarse como una.
Desde su inicio en la academia de cazadores, Solange pasará por muchas pruebas que le cambiarán la vida.
Es una historia de acción, amistad...
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Fue una semana amarga, empezando con el funeral de sus compañeros del equipo D, así como casi la mitad del equipo C.
Las tensiones dentro de los grupos de cazadores estuvieron por los cielos durante las investigaciones. Casi todas las familias fueron afectadas, pues el director formaba parte de la dinastía del Sol, y por tanto, conectado por parentesco con varias ramas importantes. Cazadores de otros países dentro de las tribus Sinne incluso viajaron a México por el problema tan grande que había explotado.
Hubieron varias entrevistas a todos los involucrados, recolección de información vital que cruzaba la línea en lo cruel. Solange, así como sus compañeros, tuvieron que narrar sus versiones de lo que sucedió antes y después, una y otra vez, mirar varias fotografías sumamente gráficas e incluso identificar varias partes en la morgue antes de que los cuerpos fueran incinerados.
Al final, no se detectó que alguien más hubiese cooperado o tan siquiera sabido de los planes del director. Había actuado solo y se negó a revelar con qué vampiros había hecho trato. Mentalistas intentaron romperlo pero por más que intentaron, no tenía nada, como si le hubieran freído el cerebro. Se le ejecutó. Las traiciones de ese calibre jamás salían impunes.
Por una semana, las clases fueron muy leves en teoría, altas en cualquier actividad física que los mantuviera arriba en ánimos. Tuvieron más que nada sesiones con los psicólogos, tanto en grupos como individuales y aún tras ello, varios seguían despertando gritando entre pesadillas.
Académicamente, el suceso se consideró una situación especial y por tanto, aún sin tener todos los emblemas, los equipos A, B y E lograron pasar al siguiente nivel por honores. El resto del equipo C tuvo que quedarse en el nivel uno puesto que tendrían que sincronizarse de nuevo con otros miembros.
Los ánimos ya estaban por los suelos cuando en esa misma semana recibieron terribles noticias. Cinco miembros de una de las elites más fuertes de la dinastía del sol, los capas blancas, habían sido asesinados en Singapur, algunos de ellos, parientes de varios cazadores en la academia.
Los cuchicheos no pararon durante el descanso de una de las sesiones grupales de salud mental.
—¿Tu prima no está en los capas blancas, Solange? —pregunto Sara, extendiendo un paquete de galletas altas en proteína y fibra para que todos tomaran una. Olían a vainilla y crema pero sabían a cartón, aunque ya estaban tan acostumbrados a ellas que no lo notaban.
—Sí —contestó Solange aceptando el ofrecimiento —, pero Siria es como la mala hierba y seguro sigue viva —añadió con pesadez.
El tan solo pensar en Siria le daba ansiedad. Mayor que ella por unos años, todas las interacciones con su prima habían sido terribles. Era cruel y despiadada, sin mencionar una adicta a la sangre de vampiro.
