Capítulo 34- Revolución

26 7 6
                                    

⚔️ Antes de empezar: Además de la imagen de arriba, cada capítulo tiene un audio por si lo quieren escuchar al tiempo que leen. Solo hagan swipe izquierda en cada imagen y den play al video.

 Solo hagan swipe izquierda en cada imagen y den play al video

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Solange volteó a ver por milésima vez su teléfono. Pres había prometido (a regañadientes) mandarle un último mensaje antes de partir pero ya había pasado más de una hora desde su hora de vuelo.

Le quedaba más que claro que sus sentimientos no eran correspondidos pero, ¿qué demonios le costaba un maldito mensaje?
Aborrecía esa presión en el pecho y las mariposas dolorosas en el estómago, no era como que si ella quisiera ese enamoramiento. Odiaba la sensación, la hacía sentir vulnerable y ridícula, le dolía nunca ser correspondida, y aunque esta falta de reciprocidad era comprensibile, le hartaba caer en todo eso.
Con la amargura corriendo por sus venas, apretó el teléfono y en un ataque de ira lo tiró al pasto.

Tenía cosas más importantes en su lista de preocupaciones, ¿por qué ni su cerebro ni su corazón lo entendían?
Jadeó al asquease por su comportamiento, instintivamente se tocó el bolsillo, en búsqueda de "medicamentos felices" justo aquellos para manejar su depresión y otros adorables diagnósticos.
No estaban ahí. Los había olvidado en el departamento y no solo eso, ahora que lo pensaba, llevaba sin ellos quizás más de veinte horas. Genial.

Se encontraba sentada en el espacio escultórico de la Universidad Autónoma de México. El cielo estaba, rojo y naranja con algunas nubes doradas, un atardecer fuera de lo común en la ciudad donde casi siempre se veía gris y opaco.

Se reuniría ahí con los altos mandos de la academia y de las tribus Sinne. Estaba prohibido llevar armas y pelear en territorios educativos o artísticos aún tras sus horas de cierre, a menos que se cazara un vampiro, por tanto era un lugar perfecto para aquella reunión.

Tenía la ansiedad hasta el tope. Al organizar aquello, Julieta le había pedido un favor; Solange se haría pasar por la líder.

Aunque Solange hubiese ayudado en un principio a llegar a esa rebelión, Julieta y Miranda eran quienes estaban tras toda la organización.

Solange sabía que Julieta no deseaba involucrarla mentalmente más de lo necesario, y lo entendía, aún le era difícil controlar sus emociones y acciones. No era el elemento más confiable en ese momento y estaba en paz con ello.

Solange estaba orgullosa de sus amigas y según ellas, las tribus no tenían de otra más que aceptar esa negociación. Llevaban casi una semana sin tener quién aceptase las misiones y estaban perdiendo mucho dinero cada día, tenían ventaja ahí PERO existía la posibilidad que no se llegara a un acuerdo o les traicionaran.

Es por eso que Solange, con uno de los apellidos de más peso en el mundo de los cazadores tenía que fingir ser la líder.
En el peor de los casos no sufriría consecuencias tan graves como cualquier otro cazador y las verdaderas líderes podrían retomar la rebelión después si se necesitaba.
Miranda no asistiría y Julieta llegaría como supuesto apoyo de los Capas Blancas.

SolangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora