Personajes de Thomas Brodie-Sangster // One Shots

𝐖𝐡𝐢𝐭𝐞𝐲 𝐖𝐢𝐧𝐧

Whitey's pov's

Entre en el pequeño local, había unos cuantos clientes, ella se veía ocupada.

Me senté en una silla a esperar mi turno, no dejaba de mirarla, se veía tan concentrada haciendo su trabajo, de vez en cuando sacaba la lengua y eso me causaba gracia, el tipo que ella atendía se levantó, pago y se fue, después ella por fin volvió a mirarme.

— Whitey, ¿Que te trae por aquí?.

— Hmm... ¿Una afeitada?.

Ella solo se hecho a reír, no entendía que era tan gracioso hasta que ella se recompuso y tomó un respiro.

— Whitey... tu no tienes barba.- Dijo ella entre risas.

— Oh... cierto.- Dije riendo igualmente.- Entonces... ¿Que me recomiendas?.- Dije acercándome a ella.

— Hmm... tal vez puedo cortarte un poco el cabello.- Dijo quitándome mi sombrero y pasando sus dedos sobre mi cabello.

Le sonreír pícaramente y ella mordió su labio.

— ¿Entonces?.- Dice esperando mi respuesta.

— De acuerdo, lindura, has de mi lo que quieras.- Dije sentándome en la silla delante de ella.

Rápidamente ella comenzó a preparar un montón de cosas, se posicionó detrás de mi aunque para mi suerte podía verla a travez del espejo que reposaba frente a mi.

— Tu cabello es lindo.- Dijo sonriendo.

— ¿Quien te enseño a hacer todo esto?.- Dije intentando alargar la conversación.

— Mi padre, él me heredó todo esto, una mina de oro ¿No crees?.- Dijo riendo.- ¿Que opinas de algo así?.- Dijo mostrándome la fotografía de un hombre.- Podría peinarte así también.

— Muy aburrido.- Cambio la página mostrándome más opciones.- Muy horroroso. No es mi estilo. No me gusta. Mmm no...

— ¡Vamos, Whitey, me estas costando más trabajo que cuando tengo que peinar a la señora Charlotte!.- Protestó ella haciéndome reír.

— Bien, solo recórtalo un poco. ¡Pero un poco ______!.- Dije viendo la sonrisa de maldad que se formó en su cara.

Ella mojaba mi cabello, ponía muecas graciosas de concentración y pasaba sus dedos jugando con mi cabello.

Me encantaba sentir sus pequeñas y juguetonas manos sobre mi cabello, me encantaba que estuviera tan concentrada en mí aunque fuera su trabajo...

— Termine.- Dijo poniéndose frente a mi y examinándome.

— ¿Que tal?.- Pregunte mientras me pasaba una mano por el cabello.

— Todo un galán.- Dijo ella haciéndome reír.

Me levante de la silla buscando dinero en mis bolsillos.

— Deberías dejar de venir tan seguido, si no te quedarás calvo.- Dijo ella sonriendo.

— ¿Ya no me quieres aquí?.

— No es eso, sólo que...- Se acercó a mi.- Si quieres verme podrías pedirme una cita en lugar de venir cada semana a pedirme "un recorte".

— Tenemos un problema.- Dije mirándola.

— ¿A si?, ¿Cual es?.

— No tengo para pagarte.- Dije sacándola de su rol de pícara y haciéndola reír.- Hablo en serio.- Dije mientras ella seguía riendo.

— De acuerdo, entonces tendrás que encontrar otra manera de pagarme.

— No se me ocurre nada.- Dije provocándola.

Ella solo se acercó a mi y me acorraló contra la pared, poniéndose de puntillas y alcanzando mis labios, sus labios sabían a fresa y su cabello a frutillas simplemente me encantaba, ella puso sus brazos alrededor de mi cuello y yo la abrase de la cintura acercándola más a mi y profundizando el dulce beso.

Ella sonrió y se separó de mi.

— ¿Que fue eso?.- Dije impactado, no sabía que ella llegaba a ser tan... atrevida.

— Salde tu deuda, vaquero.- Dijo sonriendo.