𝐖𝐡𝐢𝐭𝐞𝐲 𝐖𝐢𝐧𝐧

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Advertencia: algo de smut ligero.

Era un soleado día de verano y el calor era abrazador esa mañana en el pueblo de La Belle, todo era tranquilo como de costumbre.

Las puertas del granero se abrieron de par en par, Whitey y tú entraron dentro dando tropezones. Sus manos te envolvían firmemente abrazándote contra su cuerpo caliente, los jadeos eran audibles mientras sus bocas estaban conectadas, explorando cada centímetro del otro. Whitey dio un empujón a las puertas cerrándolas detrás de ustedes, podías escuchar su respiración agitada y masculina y eso te volvía aún más loca.

Whitey te recostó sobre la paja seca en medio de aquel granero a oscuras mientras sus manos vagaban por tu vestido, apretando y acariciando tus zonas más sensibles al tacto. Mientras tus finos labios dejaban escapar jadeos de satisfacción, sus labios volvieron a unirse salvaje y acaloradamente.

-- Dios, _____ estás volviéndome completamente loco... -- Jadeó roncamente Whitey contra tus labios dejándolos solos por unos segundos para ahora enfocarse en besar tu cuello y mandíbula, su mano vago de nuevo por las capas de tu vestido, dejando suaves y lentas caricias provocando que tus piernas temblaran sumisamente bajo sus dedos callosos y varoniles mientras acariciaba la suave piel de tus muslos.

Su mano intentó viajar un poco más arriba, pero la apartaste de un manotazo cuando estaba a punto de bajar el elástico de tus bragas. Él rompió el beso con un jadeo.


-- Oh, vamos _____, no me digas que me soltaras ese sermón de mierda otra vez... -- El protesto con enfado.

-- Ya te lo dije, Whitey. O pones un anillo en mi dedo pronto, o no gozarás de los privilegios.-- Argumentaste con un tono firme y decidido.

-- ¿Ya has visto mi sueldo, ____? ¿Has visto dónde vivo? ¡A este paso te daré ese anillo cuando cumplas 50!

-- Puedo esperar -- Dijiste encogiéndote de hombros, provocando una sonrisa en los labios de tu novio, quien se inclinó a besar tus labios una vez más, pero en esta ocasión besándote de una forma dulce y embriagante.

-- Eres un dolor de cabeza, lo sabes, ¿cierto?

-- Me lo has comentado antes, sí...- Murmuraste con una sonrisa mientras tus dedos jugueteaban con un mechón de su cabello.

-- Bueno, que te parece una pequeña negociación entonces...-- Dijo sonriendo pícaramente.

-- Te escucho... - Dijiste con suspicacia.

-- Bien... qué te parece... besos y... me dejas hacerte el amor con la lengua... ¿Te suena justo? -- Él preguntó con una media sonrisa coqueta, acurrucando su cara en tu cuello.

-- Mm... - Replicaste pensativamente - No, la última vez usaste los dientes y no me resultó... nada placentero.- Dijiste con una sonrisa burlona.

-- Bueno, entonces, qué tal... besos y... me dejas ver un poco de lo que llevas bajo ese vestido. -- Dijo jalando juguetonamente el elástico de tu escote.

-- ¿Y qué gano yo a cambio? -- preguntaste con una sonrisa audaz.

-- ¿Qué ganas? -- Whitey repitió con una sonrisa de incredulidad. - Pues placer, nena, ¿qué más?

-- No... yo quiero algo más... -Dijiste con una sonrisa suplicante.

-- Oh, no.- Whitey negó con la cabeza.- No, no, no y no, _____.

-- Ni siquiera te he dicho que es lo que quiero... - Protestaste con una risita.

-- Quieres que le diga a tu padre que estoy planeando hacerte mi esposa. - Dijo con seguridad, poniendo los ojos en blanco, mientras sus dedos acariciaron tu mejilla tiernamente. - Dios, ____ ¿quieres que me pegue un tiro? Me va a matar en el instante en que me pare en la puerta de su casa...- Comentó nerviosamente.

-- Entonces te lo pondré así... dejaré que hagas lo que quieras conmigo ahora... pero solo si vas y hablas con él esta misma tarde. - Repusiste cruzándote de brazos.

Whitey pareció dudar y le tomó unos segundos premeditarlo, pero finalmente sonrió con malicia, envolviendo sus brazos en tu cintura y atrayéndote contra su cuerpo.

-- Hecho.- murmuró confiadamente, dejando un beso en la punta de tu nariz.


Personajes de Thomas Brodie-Sangster // One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora