Personajes de Thomas Brodie-Sangster // One Shots

𝐓𝐡𝐨𝐦𝐚𝐬 𝐁𝐫𝐨𝐝𝐢𝐞

- Dos tontos en una cocina, veamos en que resulta esto.

Thomas y tu habían decidido hacer algunos postres, ninguno de los dos sabia muy bien que estaba haciendo, sin duda el resultado seria entretenido.

- Bien, harina, huevos, leche, ¿Qué mas falta?.- Preguntas en voz baja, casi para ti misma.

- ¿Levadura?.- Contesta Thomas con el pequeño frasco en su mano.

- No creo que las galletas lleven levadura...

Tu recordabas la receta mientras Thomas hacia boberías detrás de ti, seguías pensado hasta sentir algo sobre tu cabeza.

Diste un salto al salir tan abruptamente de tu mente y diste media vuelta para encontrar a Thomas con una traviesa sonrisa de satisfacción en el rostro, tocaste tu cabello y de ahí salió algo de polvo blanco.

- ¿Qué haces?.- Preguntaste riendo mientras Thomas añadía aun más levadura a tu cabeza.

- Es para ver si creces.- Responde a lo que ambos rieron.

Después de que Thomas por fin dejara de jugar y tu fueras a lavar el desastre que dejo en tu cabeza, removías la mezcla que resulto de los juegos de ambos. Mientras tarareabas una musiquita apenas audible pero tranquilizadora sentiste los brazos de Thomas envolverte en un abrazo.

Amabas cuando Thomas era cariñoso, podía llegar a ser un osito de peluche, tan dulce y necesitado de caricias como en aquel momento rogándote por un poco de atención mientras besaba tu cuello y te susurraba al oído con dulzura haciéndote reír por las caricias recibidas. 

***

Con un jadeo pesado que reflejaba cansancio tus pies se desmoronaron al llegar a la cima de aquella bella colina. Tus pies entraron en contacto con el suave pasto trayendo a ti miles de sensaciones.

Una manta y una cesta llena de galletas era lo que les acompañaba en esa cita, tu y Thomas siendo como unos niños pequeños corriendo por el silvestre lugar, era inevitable y tentador a la vez el correr entre los enormes y verdes arboles mientras Thomas buscaba a la bella dama que se le había perdido detrás de algún árbol, y sorpresa que le esperaba al tomarla por detrás y plantar un romántico beso sobre sus dulces labios.

¿Qué si Thomas era la mejor compañía? Solo necesitabas verlos siendo tan embriagantes juntos, dependiendo uno del otro mientras sus delicados labios se juntan en una romántica balada describiendo pasión y deseo detrás de ellos. 

Ambos agotados de su reciente episodio acostados junto al tierno pasto, viendo el precioso cielo que comenzaba a teñirse de los naranjas mas preciosos destellando con romance y difuminándose tan lascivamente. Sin duda eso despertaba tantos viejos sentimientos que hacían saltar el corazoncito de Thomas.

Escuchabas atentamente los latidos de Thomas mientras el envolvía tu cintura llevándote junto a su cuerpo, sintiendo su calor que te mataba de ganas de sonreír y mirando hacia el cielo ese momento seria recordado por ti como uno de los mas hermosos jamás vividos en la historia humana.

Tu romántico pensamiento fue interrumpido por algo golpeando suavemente tus labios. 

Era Thomas que intentaba meter una galleta en tu boca, sonreíste y aceptaste su obsequio. Saboreabas la interesante combinación de sabores, no sabia exactamente delicioso pero se convertía en especial.

Thomas no espero a burlarse de tu mueca extraña mientras intentabas tragar, le diste un codazo para indicarle que dejara de reírse y antes de lo esperado Thomas tomo tu cuello y con delicadeza se acerco a su rostro. Te miraba fijamente mientras sentías su aliento deseoso de mezclarse con el tuyo, y así fue, besándote apasionadamente, disfrutando cada segundo uno del otro y de ese beso que momentáneamente los unía fue como el sol se despidió para empezar a dejar brillar a las radiantes estrellas.