Escuché cada palabra que dijo Jason sobre el contrato. Pero eran palabras. La decisión estaba en mi mano, la lapicera y el contrato.
Lo miré a John. Realmente no estaba totalmente decidida de casarme con un enfermo, pero parecía que no me iba a lastimar.
Y quería la ciudadanía.
John también me miró. Escribí mi firma, un garabato enrulado. Y observé como Jason se llevaba los contratos hasta el fondo de su cajón.
Próximamente todos nos saludamos y luego, Jason me llevó a mí y a mis valijas a mi nuevo departamento.Entre la 96 y Lexington se encontraba un departamento que una bar tender como yo podía pagar: uno chico. Era acogedor. Demasiado. La cocina y el living comedor se encontraban en un ambiente y en el otro ambiente estaba el cuarto y el baño. Por la ventana se veía caer la nieve y la calidad de los muebles era excelente. Además, había un bar abajo donde tal vez necesiten mi ayuda ¿Qué más podía pedir?
Lo que faltaba decir era: Hola, Nueva York.

ESTÁS LEYENDO
Truth
RomanceGrace es mexicana. John es neoyorquino. Grace necesita tener la ciudadanía de Nueva York. John necesita encubrir que es gay. Grace no tiene amigos ni familia. John tiene siete hermanos. Grace es una bar tender. John es escritor. Estas dos pers...