Había superado todas mis expectativas. Había cambiado parte de cómo pensaba las cosas y hasta me hizo sentir nueva. John Allister realmente me agradaba. Empecé a entender cómo era y porqué era así. Me cansé de estar en contra de su sexualidad y empecé a dejarme soltar y a dejarme reír. Hace mucho que no me reía.
Cuando llegamos al departamento de John, mucho antes de venir a Boston, me impresioné por su hogar. Pero eso no significa que no haya llorado por Ed. Pensé que tal vez John no se enojaría tanto si le decía que me atraía su hermano, pero el problema es que Ed cree que este matrimonio es real y no podemos decirle la verdad de todo. Lo único que hacemos es cubrir esa verdad con mentiras.
Cuando llegamos al departamento de Jason sentí que sería la peor semana de mi vida, pero me di cuenta durante la cena Maruchan, que tan sólo estaba empezando una amistad sincera con mi esposo.
Y luego, el día que pasamos, hizo que todo mejorara. Me encantó pasar el tiempo con él. Ningún momento incómodo. Bueno, excepto cuando hablamos de su sexualidad. Realmente no podía asimilarlo o aceptarlo, era difícil de creer. Creo que me hicieron crecer en un mundo donde esto no se permite.
Pero de todas formas, todo empeoró el día siguiente. Dicen que lo bueno se acaba rápido.
La mañana del día siguiente John y yo nos levantamos muy tarde y con mucha hambre, salimos del departamento a comer unas banderillas. Jason ya se había ido a trabajar así que estuvo ausente toda la tarde. Ese día fuimos al cine a ver una película infantil. No se porqué pero estas cosas que hacía con John me hacían sentir como una tonta adolescente.
Ya volviendo al departamento, John se fue a duchar y Jason y yo merendamos.
Lo vi muy nervioso y angustiado. En el momento en que empezó a temblar le dije:
-Ey, Jase, ¿estás bien?
-Sí, sí...
-...
-Bueno realmente no,-exclamó derramando lágrimas en la mesa-me está pasando algo.
-¿Qué cosa? ¿Estás enfermo?
-Estoy enamorado de John.
-¿DE JOHN? Ay, no puede ser. No Jase, debes de estar confundido, no eres gay. No puedes...
-Sí, lo soy. Toda la vida estuve al lado de John y ahora que se casó me presta cada vez menos atención. Y estoy harto de ti y de tus "no, ser gay esta mal". TÚ ESTAS MAL. TÚ Y SOLAMENTE TÚ. ¡SIEMPRE JUZGANDO!
-Yo... yo...
-¡NO, YA NO PUEDO MÁS, ME VOY!
Y se fue corriendo pero sin darse cuenta se agarró la mano con la puerta cuando se iba al cerrarla y se la fracturó. Llamamos a un hospital y al instante lo enyesaron. Por una semana no podría trabajar. Todavía después de todo lo que le pasó, Jason seguía guardando su amor y su angustia como un secreto disimulando furia por su mano rota. Seguía enojado conmigo. Y seguía enamorado de John.
Cuando llegamos a la madrugada todos nos dedicamos a dormir.
Resumiendo, jueves y viernes fue:
Días de aburrimiento y misterio. Aburrimiento porque Jason debía hacer reposo y por lo tanto lo teníamos que cuidar, y misterio porque la relación entre Jason y yo fue inexistente al igual que la de Jason y John. Jason trataba ni de mirar a los ojos a John. Y John ni se daba cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo. En ese momento primero A se convirtió en otro departamento totalmente distinto.
El sábado temprano volvimos al departamento de John, mi nuevo hogar. Jason nos trajo en su auto.
En el momento en el que se despidió de nosotros, John se dio cuenta de que algo andaba mal. Jason se había despedido de él con un muy fuerte abrazo y una mirada profunda.
Pero John no dijo nada, solo pareció confundido.
Eso sí, no sabíamos que era el último día que veríamos a Jason Connely.

ESTÁS LEYENDO
Truth
RomanceGrace es mexicana. John es neoyorquino. Grace necesita tener la ciudadanía de Nueva York. John necesita encubrir que es gay. Grace no tiene amigos ni familia. John tiene siete hermanos. Grace es una bar tender. John es escritor. Estas dos pers...