Jennie era muy feliz. Las demás veces que había creído saber lo que era la felicidad se había equivocado.
Esa felicidad no había sido más que un pálido reflejo de lo que sentía.
Había dormido muy poco y se había levantado temprano, llena de adrenalina y con una energía que la hacía caminar por la estancia con el móvil en la mano, esperando impaciente el contacto que le había prometido Lisa.
Y sabía que ese contacto llegaría. Lo del día anterior no había sido una fantasía creada por su imaginación.
No, todo había sido real y compartido, un compromiso hecho al recorrido que harían juntas. ¿Un recorrido hacia un futuro para las dos?
La dulzura de su respuesta emocional a esa pregunta le dijo lo que ella quería, pero no se iba a atrever a esperar demasiado.
En vez de eso, viviría el momento, disfrutaría de cada latido, cada caricia, cada beso y cada intimidad que compartiera con Lisa.
Sonó el timbre del sistema de seguridad de la suite, y un segundo después el de su móvil.
—¿Sí?
—Soy yo —dijo la voz de Lisa en respuesta a la pregunta trémula de Jennie—. Estoy fuera. Me puedes entrar.
Jennie abrió la puerta con manos temblorosas y los pocos segundos que tardó en conseguirlo fueron una vida entera de anhelo e impaciente.
Lisa sin más la tomó en brazos en cuanto la puerta estuvo abierta, la cerró con el pie y la apoyó en la entrada mientras la besaba con tanta pasión y deseo como lo que Jennie sentía también en su corazón.
Durante varios minutos, el vestíbulo se llenó con los sonidos suaves de Jennie, los dulces respingos de su aliento y el grito ahogado de su placer cuando la mano de Lisa encontró su pecho bajo la ropa de seda.
—Te deseo. Te deseo tanto que no tengo autocontrol Jennie. Me he pasado toda la noche despierta, pensando en lo tonta que había sido por no haberte llevado conmigo aunque hubiera sido a la fuerza.
Pero tú… bueno nosotras… lo que tendremos juntas se merece algo más que el anonimato de una habitación de hotel para su culminación y para nuestro compromiso compartido en dicha culminación.
Cuando sacrifiquemos nuestro ser individual para convertirnos en una, quiero que sea en un lugar muy especial para tí y para mí.
Cada palabra que Lisa le susurraba al oído, entre besos eróticos depositados con delicadeza en la piel suave del cuello mientras le acariciaba el pezón hasta convertirlo en una cima excitada de rendición impaciente, le provocaba a Jennie una oleada de sensualidad y urgencia.
En su cuerpo, el ansia que se había visto atemperada durante la noche adquirió nueva vida.
Lo que Lisa decía, lo que le prometía, estaba muy bien, pero Jennie sabía que si le hubiera dicho que sentía tanta impaciencia que la iba a poseer allí mismo, contra la pared del vestíbulo de la suite, se le habría entregado a ella sin vacilar un segundo.
Le producía una gran ternura que Lisa buscara contener su deseo para buscar el lugar ideal, y esa sensación se incrementó cuando Lisa le dijo:
—Quiero que todo esto sea muy especial para ti.—Eres tú la que lo hace especial … —repuso Jennie, temblorosa, con voz que traicionaba sus sentimientos—. Tú eres especial, Lisa. Especial, maravillosa y… y yo tengo mucha suerte de haberte conocido.
El cuerpo de Lisa se tensó instintivamente… por las palabras y los sentimientos de Jennie.
Quería rechazar esos sentimientos, quería decirle que lo último que quería en la vida era unirse sentimentalmente a alguien.
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Designio Fallido (Adaptación Jenlisa G!P)
FanfictionLa empresaria Lalisa Manoban tenía una rival, la multimillonaria Kim Jisoo. Por suerte, Jisoo tenía un talón de Aquiles: Su hermana Jennie, a la que protegía a toda costa. El plan ideal de Lisa era seducir a la encantadora Jennie Kim y, cuando hubi...