Designio Fallido (Adaptación Jenlisa G!P)

Capítulo 22

—¿Casarme con Jennie?

Lisa miró de un lado a otro, demasiado atónita por sus palabras para molestarse en ocultar su sorpresa.

Y, sin embargo, bajo esa sorpresa, su corazón latía con tal fuerza en el pecho que tenía la sensación de que le hubieran lanzado inesperadamente una cuerda para salvarla de una sima profunda de oscuridad y perdición.

Como si le hubieran ofrecido algo que había anhelado con todo su ser.

Como si la hubieran salvado milagrosamente de sí misma en el último momento.

—¿Está diciendo que quieres que me case con Jennie?

¿Quizá había oído mal o había malinterpretado lo que  Jisoo había dicho?

Al parecer no, porque Jisoo ahora hablaba con calma.

—Sí, eso es lo que digo. Dadas las circunstancias, creo que es lo mejor para mí hermana.

Que tú accedas a un matrimonio rápido a cambio de que yo me retire del contrato.

Casarse con Jennie...
Jennie, su dulce gatita que la amaba, que se había entregado a sí misma y…

Pero no. No podía pensar así.

La vieja costumbre de rechazar sus emociones luchaba con fiereza por imponerse en su interior, recordándole y advirtiéndole lo mucho que había sufrido antes de que aprendiera a excluir de su vida el deseo de dar y recibir amor.

Era mucho más seguro y mucho más libre concentrarse en las cosas realmente importantes de la vida, como superar a su padre.

Sería una locura que se volviera débil y empezara a sentir algo por Jennie.

No podía permitirse ese tipo de necesidad emocional con nadie.

No. Si se le había alegrado el alma al pensar en casarse con Jennie, era simplemente por los beneficios materiales que le produciría ese matrimonio.

Como hermana de Jisoo, Jennie era muy valiosa, para la familia.

Lógicamente, y desde un punto de vista práctico, el matrimonio con la hermana de Jisoo sería ventajoso para ella, pero estaba el peligro de aquel sentimiento en un lugar profundo y complejo, sentimiento que no quería desaparecer.

Y estaba segura de que fue eso lo que la impulsó a decir con nerviosismo:
—Muy bien.

Estrechó la mano de Jisoo para sellar el acuerdo.

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Fuera, en la otra habitación, Jennie emitió un gemido agónico de negación y protesta.

Aquello no podía estar pasando.

Por si no hubiera sido ya suficiente tener que oír a Lisa contar la verdad sobre su relación y los planes que tenía para ella, oír también que su hermana la ofrecía en matrimonio era más de lo que podía soportar.

Jisoo no podía hablar en serio. Era impensable que así fuera.

Entró muy furiosa en la habitación, sin prestar atención a la sorpresa que produjo su aparición a las dos chicas.

—Jennie.
Hablaron ambas a la vez, pero la voz de Lisa sonó cargada de emoción.

—No. No puedes hablar en serio, Jisoo. No me casaré con Lisa—declaró Jennie con pasión.

Y el horror de lo que había oído resultaba palpable en su voz cuando prosiguió, antes de que ninguna de ellas pudiera decir nada—. Lo he oído todo, no hacen falta expliciones baratas.