Designio Fallido (Adaptación Jenlisa G!P)

Capítulo 11

Impotente para resistir el asalto de deseo que Lisa había conjurado en su interior y que había destruido su autocontrol.

—Sí, te deseo —dijo Jennie con desesperación—. Te deseo.

Su móvil sonó en su bolso, avisándola de que entraba un mensaje.

Ese sonido la devolvió sin ceremonias al mundo de la realidad. Miró en dirección al sonido.

—Déja y no contestes el mensaje —le dijo Lisa.

—No puedo. Podría ser Jisoo.

La mirada de los ojos de Lisa le advirtió que ella no se sentía complacida, pero Jennie sabía que Jisoo su hermana se preocuparía si no contestaba a su mensaje.

El mero hecho de correr hasta el bolso le hizo darse cuenta de los cambios que había producido Lisa en su cuerpo.

Aunque ya no la tocaba, Lisa seguía poseyendo sus sentidos y, a través de ellos, su cuerpo.

Le dolía el pecho en el punto en el que Lisa había provocado su deseo.

Todo su cuerpo temblaba al saber cómo la había transformado y cuánto la deseaba. Muchísimo. En ese momento y para siempre. Y una parte de ella se alegraba.

Le temblaba la mano con la que sacó el móvil del bolso y miró el mensaje.

—Es de Jisoo—dijo.

Lisa la vio leer el mensaje de su hermana y fruncir el ceño.
—¿Sucede algo? —preguntó mientras caminaba donde estaba Jennie.

—No, no. Jisoo dice que sus negociaciones se están prolongando más de lo esperado y que no regresará a Londres hasta dentro de cinco días.

Yo estaba deseando contarle en persona lo de tu maravillosa generosidad y del donativo a la fundación, pero ahora tendré que hacerlo con un mensaje.

Lisa se puso tensa. Lo último que quería era que Jisoo se enterara de su presencia en la vida de su hermana antes de que ella eligiera hacerla partícipe de ese hecho.

—¿Jennie y por qué no esperas a decírselo a ella cuando vuelva? Así podrás enseñarle el cheque al mismo tiempo que se lo dices —sugirió con una sonrisa encantadora.

—Sí. Sí, es una buena idea, haré eso —repuso Jennie.

De pronto se sentía avergonzada. El mensaje de Jisoo había alterado el sentimiento de conexión que tenía con Lisa, dejándola físicamente alterada por la intensidad de su respuesta de deseo hacía la chica que antes era un misterio para ella.

Sin el calor de sus brazos en torno a su cuerpo, esa intensidad ahora le parecía más de lo que podía controlar.

—Tengo que irme —dijo Jennie.

—¿Huyes de mí? —se burló Lisa.

Era mala suerte que su hermana hubiera enviado el mensaje en ese momento.

Una parte necesaria del plan de Lisa era que Jennie cayera completamente bajo su hechizo, y eso implicaba no solo excitarla, sino también poseerla, ganarse completamente su confianza, subyugarla de modo que la voluntad de ella importara más que la de ninguna otra persona, incluido que no le importara lo que dijera Jisoo.

Implicaba ganarse su confianza llevarla al límite y darle el mejor sexo que Jennie pudiera imaginar… o el mejor que tendría jamás.

Sabía que podía volver a tomarla en sus brazos y hacer que ocurriera eso, pero quería que fuera Jennie la que suplicara sus caricias, anhelara que la poseyera… se lo pidiera al oído.