Hyungwon había recargado su cabeza contra el vidrio en todo el camino. Tarareaba una que otra canción que salían en la radio, cosa que hacía a Wonho querer detenerse a besarlo, solo ese acto le parecía tan tierno.
Aunque el 85% de la atención del mayor iba dirigido a él (el otro 15% era para él camino), Hyungwon no prestaba atención a nada que no fuera la calle y la música.
Al estacionar fuera de su casa, no se bajo, si no que le hizo saber a Hyungwon que debía enviarle un mensaje a Changkyun:Wonho
Espero no vengas hoy y Kihyun tenga un lugar para ti en su casa, hoy me saqué la loteríaChanguito
Que mensaje más bonito y amenazante ❤️ no iré hasta mañana disfruta idiotaCuando su vista se dirigió de nuevo al más alto, este estaba jugando con un hilo que colgaba del cinturón de seguridad del auto. Wonho podría seriamente llorar cada vez que lo veía haciendo nada que para él era estar haciéndolo todo. Por Dios, lo amaba tanto y lo extraño más. Bajo del auto sin avisarle al otro, rodeó y le ayudó a bajarse a él.
Al entrar, el pelinegro lo primero que hizo fue rodear a Wonho por la cintura y recargar su cabeza sobre el hombro de este. Wonho sonrió al sentir el tacto y llevó una de sus manos a acariciar el cabello de Hyungwon.—Por favor, Ho, sólo... vayamos a dormir. — Wonho tomó el rostro contrario obligándole a mirarlo y se acercó a dejar un beso en sus labios para luego asentir.
—Aquí se hace lo que tú dices. — Hyungwon sonrió ligeramente y asintió. Su cabeza volvió a donde estaba y agradeció en voz baja.
🐰🐢
A la mañana siguiente, abrió un poco sus ojos y se sobresaltó al no reconocer la habitación, el recuerdo de levantarse en otra habitación lo había puesto nervioso, pero entonces recordó. Dio un ligero giro de cabeza solo para confirmar que no trataba de un sueño.
Wonho dormía tranquilamente enseguida de él, con un brazo sobre su cintura y su boca ligeramente abierta. Hyungwon sonrió tan grande que temía explotar de la parte de sus pómulos. Su cuerpo entero comenzó a dar la vuelta para poder estar frente a frente con el hombre, pero en el intento, Wonho comenzó a moverse y soltar pequeños quejidos, mientras abría un poco sus ojos. Cuando se encontró con el cuerpo adverso sonrió un poco y lo atrajo más a él.—Buenos días. — Los ojos de Wonho volvieron a cerrarse pero no borraba la sonrisa que tenía. Hyungwon quería tomarse un atrevimiento, luego le daba miedo, después se animaba para al final arrepentirse.
—Buenos días, mi amor. — Pero al final lo hizo. Los ojos de Wonho se abrieron conforme la sonrisa desaparecía.
—¿Cómo... cómo me llamaste?
—Wonho. — El arrepentimiento ya tocaba la puerta cuando el mayor dio la vuelta quedando ligeramente sobre él.
—¡Buenos días, mi amor para ti también!
Wonho comenzó a dejar pequeños besos por todo el rostro del menor haciéndolo reír. Nunca en su tiempo juntos, Hyungwon se había atrevido a llamarle de alguna forma cursi o haciéndole notar a los demás que era su novio. Siempre era Ho o Seokie. Pero ahora lo había llamado mi amor y ya se sentía el Rey del mundo.
Hyungwon rodeó sus brazos en el cuello del mayor para incitarlo a que lo besara. Las manos de Wonho fueron a dar nuevamente a la cintura mientras la acariciaba y apretaba de vez en cuando, causando en el contrarío pequeños jadeos. Wonho se separo un poco y y negó.—No hagas eso.
—¿Qué? — En un susurro respondió seguido de otro pequeño jadeo.
—Eso... me saldré de mis cabales.
—¿Y qué si quiero que lo hagas? Hazlo, vuélvete loco para mí. Tócame y bésame, hazme tuyo de nuevo, lo necesito.
Mientras el pelinegro decía eso, su mano bajaba tocando su hombro, su cuello y pecho, hasta llegar a la orilla de los pantalones que el mayor llevaba por pijama. Este, tragaba hondo escuchando claramente todo lo que se le pedía. Lamió sus labios y asintió. Se inclinó de nuevo juntando una vez más sus bocas mientras con cuidado abría las piernas contrarias para poder acomodarse entre ellas.
El menor comenzó a darse la libertad, bajando la pijama que ahora le molestaba, capturando el miembro contrario y comenzando a masajearlo. Sintió al mayor contraer su estómago y comenzar a subir su playera.—Quítate esta.
Wonho se puso de pie para quitar completamente los pantalones y bóxers por igual. Mientras Hyungwon quitaba su playera, Wonho ayudó a quitar la ropa de abajo. Lo atrajo a él y le dio un sólo beso, subió dos de sus dedos para que los chupara y así lo hizo. Chupo y lamió estos.
Cuando se le fueron retirados, bajaron tocando todo lo que estaba a su alcance, pasando por su cuello, uno de sus pezones, su miembro para terminar en su entrada. Él solo podía soltar pequeños gemidos y jadeos en respuesta.
El mayor redondeaba la entrada jugueteando con los nervios del pelinegro quien arqueaba de vez en cuando su espalda. Su espalda se arqueó por completo al sentir un dedo dentro. Wonho se puso de rodillas contra el piso y comenzó a mover con más rapidez mientras con su mano libre, acercó el falo contrario hacia su boca. El cuerpo de Hyungwon tembló y sin poder evitarlo cayó por completo en la cama. Sus piernas intentaban estirarse por los espasmos que estaba causándole, pero el rubio se lo impedía insertando otro de sus dedos. Su cabeza bajaba acorde a las pequeñas embestidas que daba.Llevaba como loco sus manos a la cabeza de Wonho, o a estrujar sus piernas, incluso a estrujar las sábanas. En ese momento no conocía el autocontrol, sentía tantas cosas a la vez que podría desmayarse. Cuando sentía que estaba a nada de terminar, los dedos fueron sacados y de igual manera sintió ausencia en su miembro, dando en respuesta un gruñido.
Se levanto y poniéndose de rodillas, inició un nuevo beso. Sus manos jugaban con el cabello de la nuca del mayor mientras que este, lo tomaba de la cintura para sentarse en donde él había estado y ponerlo sobre su regazo. El beso fue terminado ya que Wonho bajo un poco su cabeza, lamiendo uno de sus pezones. El cuerpo de Hyungwon fue elevado un poco y luego bajado para comenzar a adentrarse en él.
Un gemido alto salió de los labios del pelinegro, bajando lo más posible para que la extensión entrara todo en él antes de comenzar a moverse con lentitud. Un pequeño dolor apareció pero no fue más que grato y bienvenido, entonces se perdió en sí, queriendo más y más.—Hmmg, si realmente me quieres amar, no te tientes el corazón, hazlo rápido.
Wonho soltó una risita y lo abrazo para comenzar a moverse a un ritmo considerable hasta que sintiera que el contrario estuviera mas acostumbrado a la intromisión.
Luego de un rato, el ritmo era rápido causando que en la habitación sólo hubiera sonido de sus pieles y pequeños gemidos y gritos del pelinegro. Los movimientos dejaron de ser constantes para ser sólo uno por uno pero era duro, pegando justamente en el punto débil. Cuatro, cinco, seis movimientos más y un orgasmo abrumador los chocó a ambos. Sus pechos se movían rápidamente tratando de recuperar el aliento y Hyungwon soltó una risa.
Las sensaciones de ambos estaban a flor de piel, se sentía una adrenalina matadora que poco a poco descendía conforme el orgasmo se iba apagando.—Dios, hace tanto que no me sentía así. — Wonho le hizo segunda al reírse y besó cada uno de sus hombros y al final su cuello.
—Vayamos a bañarnos y luego a desayunar, ¿si?