La puerta principal recibía pequeños golpes. Wonho había estado leyendo algunos informes de la oficina mientras descansaba, pero el sonido de la puerta lo había sacado de ahí.
Se aproximó a esta, abriéndola, dejando ver a un chico alto. Inmediatamente el mayor mostró una sonrisa amplia.—¡Mi amor! — Hyungwon sonrió ligeramente, pero no respondió. — ¿Qué pasa?
—¿Puedo pasar? — Ni un hola, ni un beso, ni siquiera un abrazo. El pecho de Wonho se contrajo haciéndolo sentir una presión. Asintió y se hizo a un lado dando espacio para que el otro entrara.
—¿Está todo bien? —El menor asintió un par de veces y tomó asiento en la sala de estar. — ¿Entonces qué pasa? — Wonho se encontraba frente a él, no quería sentarse, quería verle el rostro, así que se puso en cuclillas delante del otro.
—¿Qué no puedo visitar a mi novio?
—Por supuesto que puedes, pero estás... extraño. — Hyungwon observó al chico frente a él un momento y luego sonrió, llevando su mano a acariciar el cabello ajeno.
—Te ves muy guapo rubio.
—¿Sólo me querías decir eso? — Hyungwon asintió. — ¿No hay nada más que te moleste que quieras hablar conmigo? — Hyungwon negó.
No le creía. Los ojos del más alto le decían que había más, estaban decaídos, parecían tristes. No era el extrovertido que siempre era. Los nervios de que quizás Hyungwon quisiera terminar aparecieron en él. Apenas habían vuelto, ¿por qué repentinamente querer terminar?
Ni siquiera termino de pensar sus mil infinidades de causas, cuando el pelinegro se echó a abrazarlo. Lo apretaba hacía él, y cuando el agarre se aflojaba, lo volvía a atraer. Fue una sorpresa para Wonho pero igualmente no dudo ni un segundo en devolver el abrazo.—Te amo Wonho. — Wonho resopló y besó una de sus clavículas.
—Yo también te amo, Wonnie.
🐰🐢
La cabeza del menor reposaba en el regazo de Wonho, mientras su cabello era acariciado por el mismo.
—Hyungwon...
—¿Mh? — En un segundo, el menor recordó qué pasó la última vez que una conversación comenzó así y se incorporó sentándose en el sillón. — Dime qué pasa. — Una risita salió de los labios de Wonho y luego lo jalo para que volviera a acostarse.
—¿Quieres ir a Busan?
—¿Busan? — La piel de Hyungwon se erizó y su ritmo cardiaco se elevó.
—Mjm, para que conozcas donde crecí. — Hyungwon volvió a incorporarse e hizo un sonido de sorpresa con su nariz.
—¿¡Me quieres presentar a tus papás!? — El mayor rió, y asintió. Una sonrisa apareció en el rostro de Hyungwon pero luego desapareció.
—¿Llevaste a Han? — Wonho suspiro y acarició el cabello contrario negando.
—Olvida a Han, Hyungwon. Él no... él no es tú, yo... agradezco muchas cosas por él, pero es pasado. ¿Por qué te molestaría si lo lleve?
—¡No! No me molestaría, sólo que... no quiero que piensen algo tus papás.
—¿Y qué van a pensar, mi amor?
—No sé... qué cambiaste rápido. — Wonho sonrió y negó. — Pero si quiero, Ho.
—¿Tienes que pedir permiso? — El menor asintió.
—En el trabajo.
—Bueno, hazlo.
—¿Ahora? — Wongo asintió. — ¿Pues cuando quieres irte?
—Un día después de pasado mañana.
Pues si. Hyungwon dudo un rato, pero al final accedió. La llamada a la empresa fue corta, o al menos más corta de lo que fue a sus padres.
Lo pensaron demasiado, incluso habían dicho que lo pensarían y le dirían después, pero al final dijeron que si. Emoción era poco, quería desmayarse, viajaría con su novio.