—Amor, despabila, tienes visita.
—Que se vayan.
Luego de confesarle todo a Kihyun, este lo
mando a su casa, él lograría conseguir una excusa. Desde entonces, no se había levantado de la cama. Primero porque no quería que su madre lo viera así, y segundo porque no tenía los ánimos.Una mano le sacó de un tirón la sábana que lo cubría. Estaba dispuesto a pelear con quien fuera que estaba molestando poniéndose de rodillas sobre la cama pero luego lo vio ahí parado; Wonho, quien había tenido una sonrisa antes de verlo, ahora buscaba respuestas, principalmente creía que era un berrinche que a veces Hyungwon tenía. Pero esta vez fue diferente. El cuerpo de Hyungwon parecía tan frágil, y mostraba pequeños destellos rojizos sobre su cuello y parte de los brazos.
Antes de que las preguntas comenzaran, Hyungwon se echó encima de él, abrazándolo.—Hyungwon... pero...
El mencionado de verdad no quería responder preguntas. Soltó un poco el abrazo solo para estampar sus labios con los contrarios. Wonho no correspondía, así que el más alto se presionaba más contra él hasta que sus nervios se dispararon.
—Bésame, maldita sea, ¿por qué no me besas?
—Hyungwon... — Este se alejó completamente y se dejó caer sentado en la cama rindiéndose.
—Dejen de tenerme lástima, mi novio me lastimo y se aprovecho de mi luego de que yo estaba casi inconsciente, ¿y? Ayuden a gente que no puede con eso, yo si puedo. — Decía tantas cosas sin sentido y además contradictorias. Hyungwon no paraba de llorar y de golpear contra la cama como si de una pataleta se tratara.
—Hyungwon...
—¿¡Qué!?
Wonho se sentó enseguida de él y llevó su mano a acariciar su rostro. Tocaba cada área roja que encontraba; desde su cuello hasta su mandíbula. Trago hondo y alejó su mano por completo poniéndose rígido.
—¿Lo hizo Jae? — Su voz había salido más dura de lo creído. El menor dudo por un momento y asintió. — ¿Te tocó mientras tú estabas ebrio? — Su barbilla comenzó a temblar y volvió a asentir. Wonho llevó su vista a algún lado de la habitación y tensó la mandíbula. — ¿Lo había hecho antes? — Hyungwon no contestaba, haciendo que el mayor temiera lo peor, pero al final negó. La mano de Wonho fue a dar a uno de los muslos contrarios acariciando un poco. — ¿Qué ocurrió ayer?
—Él... él nos vio ayer y... creyó qué pasó algo más. — Los ojos de Wonho se cerraron. La culpa comenzó a caer sobre él como un balde de agua fría. Lo había hecho, le había dado un pequeño beso en la fiesta de ayer, y ni siquiera pensó en las consecuencias que podían haber recaído en Hyungwon. — Yo quería besarte, yo quería hacerlo, no es tu culpa. Lo hecho, hecho está.
Sus cejas estaban fruncidas y no podía dejar de pensar en que había querido jugar mejor las cartas que Hyungwon y eso lo había llevado a que lo maltrataran.
Le dolía verlo así. Le dolía que su Wonnie tuviera que pasar por algo así. Y todo porque quería demostrar quien sabe que. Se acercó un poco más, acarició las marcas de su brazo y lo abrazó. Sus lágrimas comenzaban a caer.—Perdóname, Hyungwon. — Su cabeza descansaba en el pecho del más alto mientras sus brazos rodeaban su cintura. Hyungwon comenzó a acariciar el cabello y la espalda del mayor esperando consolarlo. — Yo... tuve que estar para ti. Yo debía estar ahí, me debió golpear a mí, no a ti. Tu eras quien no estaba disponible y aún así me tome la libertad, lo siento tanto. — El menor comenzó a negar varias veces. Wonho tomó la playera de Hyungwon jalándola intentando acercarlo más, pero sólo logró causar un quejido del otro, haciéndolo separar de golpe sus cuerpos. — D-date la vuelta. — Hyungwon tragó y negó. — Date la vuelta, Won.
Lo hizo. Con cautela, comenzó a darse la vuelta y a la ves a jalar hacia arriba su playera, dándole más visibilidad al castaño. Él sabía que era lo que estaba apunto de mostrar, y temía por eso.
Sintió el tacto de Wonho acariciar su espalda, estaba frío. Pequeños rasguños y marcas estaban ahí. Las ganas de llorar volvieron a crecer. La playera fue sacada por completo y recargó su frente en la espalda contraria comenzando a dejar pequeños besos ahí.
Sus manos tocaron la cintura causando erizar al otro. Los besos creaban un camino de la espalda media hasta uno de sus hombros. Hyungwon dio la vuelta esperando ser besado. Wonho comenzó por su hombro frontal y luego siguió por el cuello hasta estar a la altura de su rostro.
Y luego tocaron la puerta causando que Wonho diera un brinco alejándose completamente del más alto, quien gruñó.—¿Chicos? Iré a recoger algo a la estación de paquetería, volveré en unos treinta minutos.
—¡Si, mamá!
Wonho carraspeó y se puso de pie. Llevándose una desilusión, Hyungwon comenzó a poner de nuevo su playera. Cuando la puerta principal sonó, el mayor devolvió su vista al pelinegro y luego la llevó al estante con fotos, tomando las que tenía a Jae en el, abrió los cuadros y fue directo al bote de basura para depositar sólo las fotos.
—Nos tomaremos nuevas fotos para los espacios disponibles. — Hyungwon asintió. — No me iré hasta que vuelva tu mamá. — Hyungwon volvió a asentir. Wonho se abalanzó y nuevamente lo atrajo a él, formando un abrazo — Hyungwon, ¿por qué me haces la vida tan difícil? — El pelinegro sólo estaba estático, ni siquiera devolvía el abrazo, haciendo que Wonho lo alejara un poco. — No puedo volver a hacerle esto a Han.
Y entonces Hyungwon elevó un poco sus cejas y bajo su mirada evitando el contacto visual.
Entendía a lo que se refería; cuando fueron novios, literalmente tomó a Wonho de los brazos de Han, lo marcó como suyo y ni siquiera le interesó lo que el otro lado sintiera. Y en esta ocasión parecía querer hacer lo mismo, por eso el mayor empezó a poner el alto. Al parecer, Wonho quería a Han, y a él solo le tenía rastros de lo que fueron, quizás cariño pero no lo quería más.————
Ok pero one day mi canción