Capítulo 11

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Narrador:

Todo en esta vida tiene un principio un fin y eso lo sabían muy bien todas las personas, todo tiene inicio de algo ya sea bueno o malo y termina en algún punto todo. Algunos quisieran parar el tiempo para seguir disfrutando mas lo que la vida les otorga.

Pero siempre es mejor dejar que el tiempo fluya y dejarte las acciones y decisiones que tomas en la vida ya sean buenas o malas  para crecer mas como persona y eso lo sabia muy bien un adulto con pequeñas pecas que adornaban su rostro dándole una apariencia adorable.

Veía al adulto que estaba postrado en una camilla de hospital conectado a una maquina que media su pulso, en su brazo tenia una manguera que conectaba con una bolsa de líquidos que le administraban. El adulto veía como la vida de su amigo se iba acabando poco a poco, unas lagrimas traicioneras bajaron por su pálida piel no quería que su mas preciado amigo falleciera tan pronto. Quería pasar mas tiempo con el, quería que todavía le siguiera enseñando mas cosas, no podía creer que ya era su hora de partir.

Por la puerta entraron los hijos de su amigo, ya eran todo unos jóvenes hechos y derechos pero todavía tenían un enorme camino que recorrer y para los tres amigos les daba lastima que su padre no haya podido enseñarles más. Shinichi sabia lo que sentían los tres chiquillos pero sentía lastima en tener que dejar este mundo tan pronto, no quería dejar atrás a sus pequeños retoños que con tanto amor, cariño y paciencia había criado junto con el amor de su vida.   

Los dos mellizos hablaron con su padre disculpándose y arrepintiéndose de sus actos en el pasado o por todos esos problemas que habían causado, aunque para Shinichi eran solo simples facetas durante su crecimiento, El les dijo que no tenía nada que perdonar pues para el ellos no cometieron nada grave. Les dijo que estaba muy orgulloso de lo que eran ahora y que siguieran su camino con la frente en alto.  

El adulto mayor había solicitado la presencia de los tres chiquillos, quería verlos y platicar con ellos por un rato. No quería llevarse remordimientos al mas allá quería decirles todo lo que guardaba en su corazón.

Pasadas las hora los 2 adultos que faltaban llegaron, cansados de tanto correr para llegar a tiempo, al llegar Mitsuhiko los llevó a la habitación del mayor. Los tres iban nerviosos esta vez tendrían que separarse para siempre de su amigo. No querían que se fuera pero ellos entendían mas que nadie que era su hora de partir.

Tocaron la puerta y detrás de ella se escucho un ligero y débil "pasen" fue cuando lo vieron conectado a las maquinas, aguantaron las lagrimas para parecer fuertes ante su amigo pero Shinichi sabia que ellos se estaban derrumbando por dentro y eso es lo que mas detestaba ser el causante de las lagrimas de sus amigos. 

Shinichi: Se que ustedes están llorando por dentro, lamento ser el causante de sus lagrimas y me da pena que vean en éste estado tan lamentable.... _ Dijo en tono débil -

Las tres presentes empezaron a llorar a mares, no querían, por nada del mundo querían que su mejor amigo se fuera de su lado. Shinichi lo sabía, sabía que a partir de ahora todas las tardes juntos, las pláticas, las salidas y las risas juntos las extrañarían.

Esos tres le habían ayudado mucho cuando había perdido a su esposa, ellos junto con sus mellizos fueron su chispa de luz entre tanta oscuridad. Odiaba el termino de tener que separarse pero no quedaba de otra su muerte significaba que su labor en ese mundo ya estaba hecha y que era hora de dejar que la nueva generación y las que siguen puedan hacer de ese mundo un mejor lugar.

A pesar de que esos tres chiquillos les había traído problemas se divirtió mucho con ellos y esos momentos no quería perderlos por nada del mundo. Quería seguir aferrándose a su vida para seguir con ellos para siempre pero eso también significa que ellos dependerían mucho de el, y también el dependería de ellos. Y eso no estaba bien.

¿Conan......kun.....?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora