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Los sonidos de las balas rebotaban en las paredes de la sala de tiro. La sensación del frío metal se sintió incómoda en la mano de Kate. Habían pasado años desde que usó su arma.  El olor de la pólvora llegó a su nariz e instantáneamente trajo una sonrisa a su rostro. Olvidó cuánto le gustaba disparar un arma. En todos sus años en la aplicación de la ley, se sintió aliviada de que la cantidad de veces que retiró su arma fuera la cantidad de veces que disparó el arma de fuego.

Javi y Kevin aprovecharon la oportunidad de unirse a Kate en el campo de tiro. Lanie y Jenny habían acordado mirar a los hijos de Kate, para poder tener una tarde para ella sola. Lanie sugirió ir a un spa de una tarde para ella solay rejuvenecerse. Jenny abogó por que hiciera algunas compras y disfrutara de un paseo por la ciudad. Tampoco se sorprendieron cuando anunció que quería ir al campo de tiro. Todo lo que hicieron fue rodar sus ojos al unísono.

-Entonces, Javi, ¿Qué se siente ser golpeado por una chica?.-  Ryan bromeó.

-¿Yo? Tú eres la única chica a la que dejo ganar.- Javi miró a Kevin de arriba abajo.-¡Sabes que no puedo soportar tus lágrimas en mi papeleo.-

Kate sonrió y se rió para sí misma. Ella extrañaba salir con los chicos. Se veían unos a otros una vez cada tres meses. Las tres parejas se aseguraron de que se juntaran para la cena sin los niños. En el medio, tenían las fiestas de cumpleaños de los niños, actuaciones escolares y fechas de juego.

Kate se paró entre ellos, riendo. -Vamos, señoras. No pasé el último mes encerrada en mi casa con un recién nacido para salir y escucharlos a ustedes dos quejándose y llorar todo el día.-

-Sí, tiene razón.Beckett pasa todo el día escuchando a los bebés quejumbrosos y no necesita más durante su propia cita de juego.- bromeó Ryan, de nuevo.

Se tomaron pequeños golpes el uno al otro durante la siguiente hora. Kate todavía estaba en gran forma y no había perdido su forma de disparo o precisión. Sus balas fueron exactamente donde ella las quería. A veces, ella era capaz de apuntar y disparar a su objetivo sin mirar.

Cuando terminaron su última ronda de municiones, todos abandonaron los objetivos para desmantelar sus armas. Cuando Kate estaba poniendo su arma en su estuche, preguntó. -¿Dónde quieren almorzar? Mi regalo.-

-¿Qué hay de Remy?.- preguntó Javier.

-Sí, no hemos estado allí en mucho tiempo.-  dijo Ryan.

-Mmm, esos batidos y hamburguesas con queso. No digas más, ¡Vamos aRemy!.- Kate cerró el clip metálico de su maletín mientras le sonreía a Ryan y Esposito.

Esposito estaba terminando la última de las papas fritas de Kate cuando les dio las gracias por el gran día.

-No hay necesidad de agradecernos, chica.- Javi le guiñó un ojo. Habían pasado casi dos horas juntos, y se sentía como en los viejos tiempos. Ryan se puso inquieto en su asiento. La mayor parte de la conversación durante el almuerzo fue entre Kate y Javi. Ryan parecía distante. Kate lo cuestionó, y él simplemente culpó a la falta de sueño. Nicolas había tenido pesadillas y se fue a la cama con él y Jenny. No tenía corazón para decirle que era él quien estaba teniendo pesadillas.

Kate se excusó para ir al baño, y Ryan se volvió hacia Esposito. -Espo, tenemos decirle.- suplicó.

-No, hablamos sobre esto. Hablaremos con ella cuando sepamos más.-

-Pero, sabemos más...-

-Kevin, no. No puedes hacerle esto a ella. No ahora.-

-¿No se puede hacer qué a ella?- Kate preguntó.

One last time Donde viven las historias. Descúbrelo ahora