One last time

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La tranquilidad de la sala se extendió hacia el pasillo. Las voces apagadas mezcladas con pitidos de las máquinas fueron los únicos sonidos que se escucharon. Una hilera de sillas se alineaba en la pared. Entre cada dos sillas había una mesa adjunta. En la estación de la enfermera, unos jarrones con flores ocupaban el espacio del mostrador. No se permitían flores dentro de las habitaciones en el piso de la ICU. Los pacientes necesitan una habitación estéril como sea posible.

Cambiando de peso en una de las frías butacas del pasillo, Kate intentó concentrarse en todo menos en la larga espera, Kate estudió a la enfermera que estaba en el mostrador, tratando de visualizar lo que estaba en la tabla en su mano. Un hombre y una mujer que salían de la habitación contigua llamaron su atención. Estaba en un estado de desconcierto. A pesar de que los dos trataron de mantener su conversación en silencio, ella pudo escuchar que su esposa era la paciente. Hubo un accidente automovilístico horrible, y su hijo había muerto. La esposa estaba en coma, y los doctores tenían pocas esperanzas. Esto no estaba ayudando para nada.

Las puertas del ascensor se abrieron, y Kate cambió su enfoque otra vez, esperando una distracción más optimista. Un médico y dos mujeres salieron y, detrás de ellos, finalmente, la pelirroja que había estado esperando. Alexis salió rápidamente del ascensor y le agradeció a alguien que estaba dentro. Echó un vistazo alrededor, buscando una cara familiar. Cuando sus ojos se encontraron con los de Kate, una sensación de alivio se apoderó de ambas mujeres.

Corriendo hacia Kate, Alexis tomó su bolso y se lo echó al hombro. Ella necesitaba estar al lado de la única mujer que realmente consideraba su madre. Ambos estaban todavía en estado de shock. Solo habían pasado dos horas desde que supieron que Castle estaba vivo.

-Llamé a Kendra, y ella está con los niños. Les dije a los niños que tenía que venir aquí para trabajar. Piensan que saliste con Hayley para hablar sobre el trabajo. La abuela y el Abuelo ahora están regresando de la playa. Vienen aquí tan pronto como llegan a la ciudad.-  Alexis estaba hablando tan rápido, que a Kate casi le costaba mantenerse al tanto. O tal vez la propia mente de Kate corría tan rápido con sus propias preocupaciones que no podía comprender toda la charla de Alexis.

Alexis respiró hondo y preguntó. -¿Qué saben ellos?.- Alexis trató de ocultar la preocupación en su voz, ahogando las lágrimas.

-Bueno, el Dr. Martínez lo atendió en la sala de emergencias, pidió muchos laboratorios, una tomografía computarizada y una radiografía de cuerpo completo. Lo único que sé con certeza es que está severamente deshidratado, desnutrido y tiene algunas fracturas que no sanaron adecuadamente y otras tantas heridas, al parecer recientes.- Kate se sintió aliviada de haber sido capaz de mantener la compostura.

Alexis asintió con la cabeza mientras Kate hablaba. Arrugó la frente y preguntó: -¿Entonces por qué está en la UCI?-

Para seguir, Kate inhaló profundamente, pero fue en vano. Las lágrimas se deslizaron de sus ojos. Ella tomó la mano de Alexis por la suya. -Um..porque él no se ha despertado, al parecer esta en coma o algo así.-

-Ya veo.- Alexis estaba sorprendentemente calmado. -¿Pero responde él a cualquier otro estímulo, como el dolor, el tacto o el estímulo auditivo?.-

-Sí. Sí, lo hace.- Alexis fue capaz de mantener su equilibrio, esto permitió a Kate calmarse bastante rápido.

Alexis asintió mientras murmuraba. -Bien. Eso está bien...-

En ese momento, el Dr. Martínez se acercó a las dos mujeres y les presento a la Dra. Daniela Hernandez, que se haría cargo del caso tenía poco más de treinta años y tenía el pelo largo y rizado de color castaño, que por lo general llevaba recogido en una coleta. Su piel era un bronceado suave besado por el sol. Tenía la misma altura que Alexis y escaneó la tabla en su mano con una serie de intensos ojos color avellana.