Louis necesita un contrato para poder volver a sonar en la música, debido a un año sabatico obligado.
Harry necesita salir de las ataduras de su padre y busca una pareja para poder salir del closet.
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Nuestra historia está un poquito inspirada e...
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—Beck, —habló por teléfono en el desayuno— necesito que me agendes una cita con Rony con urgencia para mañana en la hora que sea —Rony era un tatuador profesional, un viejo amigo de Harry, quién ya le había hecho varios de sus tatuajes.
—Claro, Sr. Styles, ¿Le gustaría que llegue al hotel?
—No, en su locación, por favor.
Rony hizo espacio en su apretada agenda para poder tatuarles, era uno de los más famosos y respetables tatuadores de la zona. Estaban en buenas manos. Louis no era exactamente un principiante, pero tenía tiempo sin realizarse uno, no tenía tantos como Harry.
–¿Este te parece bien? —Harry señaló algún diseño sobre la pared.
—No, no me convence —era el diseño de un Tigre.
—¿Este? —señaló una frase "Love is my weapon".
—Podría ser, pero no me agrada, ¿qué tal este? —era el dibujo de un águila.
—No es mi estilo, además ya tengo las golondrinas. —Harry arrugó su nariz.
Después de minutos de tanta indecisión, dieron con los indicados.
—¿Podrías separarlo? —preguntó Harry
—Pero... —habló Rony— ¿no va a ser el diseño completo en tu brazo?
—No, Louis tendrá la daga, yo la rosa, por favor, Rony.
Una rosa y una daga había sido el diseño que habían escogido los dos.
—¿Estás de broma Harry? No voy a permitir que te tatúes algo a juego conmigo.
—Es mi piel Louis, además es mi regalo, tómalo o déjalo. Pero yo sí me voy a tatuar la rosa. —rodó los ojos.
—Está bien —aceptó divertido y halagado.
Regresaron al hotel después de la sesión con Rony. Louis miraba la tinta en su piel y sonrió. Harry estaba preparando un té en la pequeña cocineta del cuarto, se había hecho experto en prepararlo como a él le gustaba.
El plástico brillaba en la blanca piel de Harry, Louis recorrió el brazo con su vista y sonrió, pero recordó "se llama ser profesional". Se preguntó si Harry seguía siendo profesional o ya había roto esa pared con él.
—Niall te está marcando Harry —Louis le tendió su teléfono.
Lo vio alejarse de nuevo para contestar y se quedó bebiendo el té.
—Dice que nos tiene una sorpresa —dijo Harry regresando al sillón.
—¿Qué? ¿De qué?
—Me envió una dirección para que lleguemos ahí para la cena —se acercó a Louis quedando debajo de sus brazos, junto a su pecho.
