Capítulo 31

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Hay un antiguo dicho o refrán que dice: "Al que escupe al cielo en la cara le cae..." Por mucho tiempo significó que todo el mal que haces vuelve a ti, pero últimamente es otra forma de decir "nunca digas nunca..."

¿Por qué? El motivo es sencillo, la vida tiene una extraña forma de cerrarte la boca cuando tiras una frase así al aire. Es lo que Jungkook pensaba mientras se moría por estar con Hoseok y su mente le recordaba cuando hubo un tiempo, algunas semanas atrás, en las que él le dijo a la vaquita que él no lo ayudaría con su celo.

Pero con esos preciosos ojos grises, unas bellas mejillas sonrojadas, un cabello desordenado y unos cuantos jadeos, Hoseok lo tenía en la palma de su mano. Su lobo arañaba en su interior y casi lo podía escuchar quejándose por no tomar aún a su Omega.

─ A-Alfa... ─ Susurró Hoseok cerrando sus ojos con un poquito de fuerza pues el celo le debía estar doliendo.

─ U-Umm... espera. ─ Le dijo Jungkook y salió rápidamente de la cama y de la habitación.

Estando afuera respiró profundo, entrando un poco en pánico, no porque no supiera qué hacer. Pfff... él había ayudado a varios Omegas a éstas alturas de su vida, es sólo que era diferentes. Las veces anteriores fueron eso, una simple ayuda a un amigo u amiga, ahora no era una simple ayuda porque Jungkook estaba verdaderamente enamorado.

Le temblaron las piernas por los nervios mientras entraba a su propia habitación y se dirigía a su cajón a buscar los preservativos baratos que el gobierno regalaba en las sedes para que no se reprodujeran como conejos. Vió sus manos temblando mientras metía las manos para agarrar varios, no quería quedarse corto.

¿Cuántos ocuparía? No estaba seguro, tragó saliva.

─ Vamos, Jungkook, tú puedes. ─ Se dió ánimos. ─ Eres un Alfa, tú sabes lo que haces, no la vas a cagar.

Respiró profundo, se regresó caminando al pasillo con piernas temblorosas y caminó a la habitación.

Fue hasta ese entonces que notó algo, algo interesante. ¿Por qué estaba tan consciente? Cuando había estado con otros Omegas su lobo se ponía como loco, por eso ya llevaba todo preparado. Pero en ésta ocasión incluso había podido levantarse a ir por preservativos.

Entonces se recordó que Hoseok no es un lobo, vaya cosa peculiar para volver a olvidar.

Tragó saliva y respiró profundo cuando volvió a la habitación.

Pequeños quejidos acompañados por el sonido de una linda campana llenaban la habitación. Levantó la mirada y encontró al Omega sentado en la cama mirando al suelo, parecía tener cierta vergüenza. Hoseok levantó la mirada hacia él y Jungkook se apresuró a llegar a su lado.

Colocó todos los preservativos en la cama, sintiendo pena cuando Hoseok los miró y tragó saliva.

─ N-No sé cuántas veces... ─ Intentó explicarse pero se cortó a sí mismo a la mitad, el Omega debía saberlo después de todo, por instinto al menos.

Jungkook llevó una mano al brazo de Hoseok y la deslizó hasta tomar su mano.

─ ¿Comenzamos? ─ Le preguntó.

─ Por favor... ─ Susurró el jadeante Omega.

Jungkook tragó saliva y lo ayudó a recostarse en la cama, como siempre hacía. Sus manos se deslizaron sobre la ropa hasta lograr sacarla de su lugar y desnudar al Omega. Sus ojos recorrieron cada espacio del delgado y maltratado cuerpo, intentando decirse a sí mismo que debía tener cuidado de no lastimarlo.

Notó que el Omega estaba igual o más nervioso que él, pues temblaba suavemente, pero decidió no decir nada al respecto. Solamente se apresuró a desnudarse bajo la mirada de éste, sintiéndose algo avergonzado, pues era la primera vez que Hoseok lo vería desnudo.

Mi Linda Vaquita |JungHope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora