Capítulo 43

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Las hojas de los árboles parecían haber comenzado a cambiar de color durante la noche y pronto comenzarían a caer. Es una metáfora para la vida. Nos enseña que todo puede cambiar en una noche, cómo cosas que creíamos que estaban firmes pueden comenzar a desmoronarse frente a nuestros ojos.

Es lo que Jimin pensaba mientras miraba a través de la ventana en esa algo fría mañana, pues su vida se había desmoronado en un tan solo día. Claro, hubieron señales, pero como personas es tan difícil ver o creer que vamos a perderlo todo.

En esos últimos días había sido invitado como huésped a la casa de Seokjin, el amor de su vida. Una pequeña emoción creció en su corazón, pues estar tan cerca del Alfa después de todo lo que había vivido representaba un pequeño consuelo. Se preguntaba, cómo Hoseok había podido cargar con éste vacío, con ésta tristeza. Ahora sabía lo fuerte que ese chico era y deseaba poder tener aunque sea un poco de la valentía y fortaleza que la vaquita tenía.

Lo deseaba con tanta fuerza.

Especialmente después de haber escuchado a los padres de Seokjin hablar en secreto, no era su intención escucharlos, pero cuando su nombre fue mencionado no pudo evitarlo. Se dió cuenta que los padres del Alfa pensaban que él era un espía de su padre, enviado para utilizar a Seokjin y no sabían cómo decirle a su hijo que se deshiciera de él sin herir sus sentimientos.

Lo comprendía, sabía que el apellido de su padre lo perseguiría por el resto de su vida.

La puerta de su habitación fue tocada y pudo sentir el aroma que tanto amaba.

─ ¿Estás listo? ─ Preguntó el Alfa.

Él mostró una pequeña sonrisa, volver al colegio representaba aunque fuera un poco de normalidad en su vida. Por lo que estaba ciertamente emocionado.

─ Si. ─ Su respuesta fue simple y suave, últimamente se sentía así.

Sentía como si todo estuviera detenido, sentía como si sus sentidos estuvieran dormidos. Incluso su lobo se mostraba cabizbajo y perezoso. No entendía por qué se sentía así, pero su mejor amigo y pareja parecía comprenderlo, parecía percibir un poco de lo que estaba sintiendo.

No sabía que necesitaba para salir de ese extraño agujero sin vida en el que había caído.

Se levantó y siguió al Alfa hacia la cocina donde recibieron la comida preparada de la señora Kim. Jimin le hizo una pequeña reverencia en agradecimiento por la comida y salieron camino a la escuela. Habían decidido caminar, pues los padres de Seokjin estaban ocupados apoyando al líder en sus decisiones para el manejo de la manada. Ambos lo comprendían.

─ Pronto vendrá el invierno. ─ Le dijo el Alfa. ─ ¿Me pregunto cuántas estaciones deberán pasar para que todo ésto quede en el olvido?

El Omega se sorprendió al notar que el Alfa pensaba igual que él. Eso le provocó sonreír y sus mejillas se sonrojaron, pues al parecer aún tenían esa extraña conexión.

Siguieron caminando hasta que la imagen del colegio en el horizonte lo hizo llenarse de nostalgia y recordar los días cuando venía en auto, sintiéndose el dueño del mundo. Ahora se daba cuenta de lo equivocado que estuvo.

─ ¡Jimin! ─ Levantó el rostro y notó a Hoseok saludandolo feliz con una mano mientras que Jungkook a su lado, parecía disimular un poco.

─ ¡Hola! ─ Saludó con una sonrisa caminando hacia ellos.

─ ¿Te sientes mejor? ─ Le preguntó la vaquita.

Jimin llevó una mano a su arete, un detalle que no pasó desapercibido para ninguno.

Mi Linda Vaquita |JungHope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora