Discusiones*

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 Después de releer la carta una y otra vez, supe que tenía que irme. Necesitaba espacio, tiempo para pensar y procesar todo. Me despedí rápidamente de Magnus y le pedí que abriera un portal. No me importaba dónde estuvieran los demás ni qué opinaban; solo quería llegar a Beacon. La rabia y el alivio se mezclaban en mi interior: furia por todo lo que había descubierto, y al mismo tiempo, un extraño consuelo al saber que no era hija de Raphael. Cuando llegué, la noche todavía envolvía las calles. No tenía ánimos de enfrentar a mamá aún, las preguntas me quemaban la lengua, pero no sabía cómo reaccionaría ante todo lo que acababa de descubrir. Y si se lo preguntan, no fui directamente al instituto porque no tenía la cabeza en su lugar. Simplemente caminé sin rumbo por las calles hasta que, tras dar un par de vueltas sin sentido, decidí dirigirme finalmente allí. Al llegar, el agotamiento me venció. Caí dormida tan pronto como me apoyé en una de las camas del lugar. Habían sido días interminables, y aunque no estuve consciente durante dos de ellos, la carga emocional había sido devastado

El despertador sonó y me arrastré de la cama con una energía que me sorprendió. El colegio, ¿quién lo diría? Me arregle rápido, ocultando con dificultad el morado bajo una gorra y unas gafas. Al llegar, el ambiente era el de siempre, Isaac estaba en su rincón, como de costumbre. Necesitaba hablar con él.

—Isaac—dije llamando su atención para que se girara— lamento no haber aparecido antes o llamarte, tuve cosas ...— estaba tratando de explicarle, pero me detuvo con un abrazo.

—No tienes porque darme explicaciones— se separo de mi con cuidado— con la desaparición de lydia, no me quiero imaginar como te sientes— lo vi desconcertada, el me vio serio— ¿si sabes de que hablo no?— negue— Tu amiga, Martin, anoche desapareció del hospital 

—No lo sabia, llegue anoche— dije sintiendo una presion en el pecho, sentía que era mi culpa por no estar aquí— ni siquiera he tenido tiempo de llamar a mi mama— trate de cambiar un poco el tema

—Pero según ella tu estabas con tu hermana-— lo mire curiosa, ¿como sabía el?

—¿Y tu como sabes de eso?—el empezo a rascarse la nuca con nerviosismo—¿Isaac?

—Fui a tu casa luego de no saber de ti dos días— admitió con un pequeño sonrojo en las mejilla, yo casi instantáneamente le di una sonrisa — Tu mamá  me dijo

 Al instante sonó el timbre dándonos a entender que había que entrar a clases, caminamos juntos hasta el salón de química, una de las clases que solíamos compartir. Nos sentamos en una mesa del medio, mi hermano y sus amigos al verme me saludaron con la mano, creo que mamá les había dicho lo mismo, debido a que no preguntaron mas. Cuando Harris llego Jackson llamó la atención de todos

—Profesor ¿no se supone que las reglas de la institución prohiben el uso de gorras y gafas?— comentó Witthermore quien se encontraba detrás mío junto a Danny.

—Está en lo correcto señor witthermore, señorita McCall le pido que se retire las gafas y la gorra—me gire a verlo, tenia una sonrisa triunfante como si hubiera ganado un premio, le saque el dedo medio y luego lo pase por mi garganta, gire otra vez a ver al profesor y me quite la gorra— señorita McCall las gafas.— insistió Harris con su habitual tono de superioridad

Sabía que no tenía opción. Con un suspiro, me quité las gafas lentamente, sintiendo que el aula entera contenía el aliento. Bajé la cabeza, intentando ocultar el moretón, pero era inútil. Lo que había tratado de evitar, ya había ocurrido: todos lo habían visto. Harris, como era de esperarse, no perdió la oportunidad. 

—Señorita McCall, ¿qué le pasó? —preguntó, con una falsa preocupación que me dio ganas de gritar. Miré a Isaac de reojo, su expresión era de pura preocupación, mientras el resto de la clase susurraba entre sí. 

Lightwood Mccall (Shadowhunters X Teen Wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora