『Capítulo 03』

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El día de hoy no tenía nada de especial, el aire se volvía mas frió a pesar de estar alrededor del mediodía aunque no lo pareciera, el cielo estaba nublado como si supiera que hoy iba a ser un día opaco. 

Solo escuchaba los truenos que cada vez se hacían mas fuertes conforme las nubes de lluvia mas oscuras y espesas se acercaban al territorio y las rechinantes ruedas del carrito de té que empujaba rumbo al estudio. No era muy gratificante regresar al lugar donde en cuestión de minutos pudo crearme recuerdos agridulces con el futuro gobernante de este reino. 

Apenas abrí la puerta mis oídos recibieron las muy gratificantes quejas sobre su majestad.

-.Ya se lo dije.- ... -.Espalda recta y brazos detrás de la espalda.-

-.Eso hago desde hace una maldita hora, ya me duela la jodida espalda de estar parado como un monigote.-

-.Y aún así no lo hace bien.- ... -.En los eventos donde se requiera la presencia de su majestad deberá permanecer de pie el tiempo que sea necesario.-

Estacione el carrito del té, dejando todo sobre una mesita junto a la institutriz.

Y si dije institutriz, el gran príncipe y futuro soberano de todo este imperio estaba teniendo clases con una institutriz que se especializaba más que nada en etiqueta y modales.

Su majestad podía ser un as en todo lo relacionado al manejo de la espada, combate y era sumamente dotado en lo que a inteligencia se refería pero en cuestiones donde tuviera que pone a prueba su muy imprudente temperamento, su conducta agresiva y cualquier cosa que tuviera que a cultura artística era un completo desastre.

-.Ahora su mirada al frente, no puede quedarse todo el tiempo mirando la punta de sus zapatos.- Tomo un conjuntos de tres libros colocándolos sobre su cabeza mientras daba un breve recorrido por el centro del estudio -.Este es el porte que debe tener un miembro de la familia real.-

-.Patrañas.- Alcance a escuchar como mal decía en voz baja, era divertido ver cómo había cosas que ni su majestad podía hacer a la perfección.

-.Ahora hágalo usted.- Paso la pila de libros de su cabeza a la del príncipe y haciéndole una seña le indico que iniciará el mismo recorrido que ella.

Apenas podía dar un paso sin que los libros se tambalearan, desde mi lugar podía escuchar como sus dientes rechinaban de tanta presión que ponía en su mandíbula seguramente para aguantar las ganas de mandar todo al demonio. 

 Estuvimos ahí durante un rato hasta que por fin pudo dar la vuelta completa y la institutriz considerara que eso bastaría por ahora. 

-.Ahora según las especificaciones de sus padres, me pidieron que le enseñara a bailar.- 

-.No voy a tomar estúpidas lecciones de baile que no necesito.- 

-.¿Por que piensa eso?.- 

-.Nunca me levanto de mi silla en un odioso baile, ¿para que me serviría aprender a bailar si nunca lo hago?.-

-.Son las ordenes de sus padres.- ... -.Esto serviría socializar durante los eventos.- Se quedo callada durando unos segundos suponiendo que analizaba el material con el que trabajara -.Muchacha ve acá.- Ay no -.¿Sabes algún baile de salón?.- 

-.Solo algunos básicos madame.- 

-.Servirá.- ... -.Pediré que manden a una compañera mas adecuada por ahora practicara con ella.- ¿Perdone? ¿Mas adecuada? Se supone que soy una sirvienta, limpio y atiendo en los bailes.

Voluntad || Bakugou y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora