『Capítulo 18』

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T/N

Comenzaba a dolerme la mandíbula. Morder un pequeño pañuelo no estaba haciendo las cosas mas sencillas para soportar el dolor pero al menos servía como apoyo para reducir el sonido de mis quejidos.

Mis nudillos por otro lado, estaban volviéndose blancos por sujetar los pliegos del vestido de Amelie mientras ella me ayudaba escondiendo mi rostro y las numerosas lagrimas que se escapaban de mis ojos contra su estomago cada vez que el doctor pasaba sus manos con firmeza por mi espalda desnuda, examinando los hematomas.

—Bueno —Se retiro los guantes —, no parece tener ninguna fractura pero...

—¿Pero? —Cuestionaron todos presentes.

—Lo mejor es que mantenga un estado de reposo absoluto. Si bien el golpe no le rompió algún hueso, si dejo todo lo demás en malas condiciones.

—Y con reposo absoluto —Saque el pañuelo de mi boca para cubrir mi espala apropiadamente con la bata —¿A cuanto tiempo nos estamos refiriendo exactamente?

—Bueno, eso varia dependiendo de que tan grave sea la situación. En su caso recomendaría por lo mínimo, dos semanas.

—¿Tanto? —Pregunte intranquila.

Amelie me ayudo a levantarme del banco y caminar hasta mi cama. A este punto, el caminar con normalidad ya era una dificultad.

—Imagino que debe ser una persona muy ocupada. Pero no debe preocuparse; Vendré a realizarle chequeos diariamente. Si su cuerpo reacciona de forma positiva al medicamento que le suministraremos, podrá dejar esta cama antes de lo que cree.

—Gracias doctor, en verdad se lo agradezco mucho.

—A sus ordenes majestad.

Hizo una reverencia antes de salir de la habitación.

—Bien, ya lo escuchaste. Desde ahora lo mejor es que no dejes esta cama.

—Voy a volverme loca aquí encerrada.

—No exageres, mi niña. Si lo que quieres es mantenerte ocupada podemos hacer que traigan algo de tu trabajo hasta tu habitación.

—Solo que no demasiado.

—También pensamos que tus padres debían enterarse sobre esto, así que ya notificamos a ambos sobre tu actual condición. No tardaran en estar aquí.

—Y ¿Sobre la señora Moldovan?

—No deberías de pensar en eso ahora, pero si de algo sirve. Con lo que sucedió hoy, ella no tiene permitido acercarse a ti, al menos por ahora.

Después de eso, pasaron minutos antes de que mis padres entraran en la habitación con la mortificación pintada en el rostro.

Pedí que nos dejaran a solas antes de contarles como me había hecho estas cosas. Claramente no lo tomaron con la cabeza fría la primera vez, mucho menos mi madre. Papá tuvo que evitar que se levantara de su asiento antes de que fuera y le arrancara cada cabello del cráneo a Genoveva.

Yo la habría dejado ir con todo el gusto del mundo, pero por valores morales, vengarse no era algo que se practicara en nuestra familia.

No estaban del todo de acuerdo con la idea de que me quedara en palacio durante mi recuperación. Si, entendían a la perfección la orden del doctor cuando me receto un reposo absoluto pero el hecho de que la archiduquesa estuviera por los alrededores no les agradaba en lo mas mínimo.

Fue un debate que duro alrededor de hora y media cuando finalmente los convencí de que podrían regresar a casa tranquilos y prometiendo que no los llamarían nuevamente por que ahora me hubiera ocurrido algo peor.

Voluntad || Bakugou y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora