T/N
Marquesa.
Esa fue la palabra que se mantuvo dando vueltas y vueltas en mi cabeza toda la noche.
Marquesa.
Ahí esta otra vez.
Marquesa.
Y otra vez.
-.Marquesa.-
Espabile por fin, enderezando mi cuerpo sobre la cama cuando el tocar de la puerta se hizo presente por tercera con un mas intensidad que antes.
-.Ah ¿Si?.-
-.Lamento molestarla pero la están esperando en el comedor.-
-.Bajo enseguida.-
Aparte las mantas y levantarme fue sentir las inminentes punzadas de mis pies.
No estar acostumbrada a bailar tanto tiene sus consecuencias y son estas.
Tome un baño rápido de agua caliente y envuelta en una bata tome del armario recién arreglado un vestido azul celeste con un bordado de flores pastel cubriendo todo el frente del corsé, luciendo un escote de hombros caídos y mangas largas hechas con el mismo tul cerrándose en mis muñecas.
Esta vez escogí unas zapatillas con un tacón no tan alto. Era seguro que por el estado de mis pies, aun teniendo demencia no aguantaría agujas de 10 centímetros.
Frente al espejo no me complique demasiado la vida, simplemente recogí todo mi cabello dejando solamente dos mechones acoplándose a mi flequillo antes de salir prácticamente corriendo de mi habitación.
Si mandaron a alguien a mi puerta, era obvio que ya era mas que tarde.
Baje la velocidad de mis pasos metros antes de entrar al comedor y como lo había dicho, solo faltaba yo.
Incluso la archiduquesa y su hija ya habían tomado lugar en la mesa. La presencia de Amelie nunca seria una molesta para mi pero el saber que su madre se seguía creyendo con la libertad de ir y venir a este palacio como si se tratara de su propia casa.
Era seguro que no se despegarían de nosotros en todo lo que restaba del día.
-.Buen día majestades, lamento llegar tarde.-
-.Buen día muchacha.- Saludó el rey -.Espero que hayas gozado de buen sueño después de la velada de anoche.-
-.Así fue majestad.-
Uno de los sirvientes recorrió hacia atrás una silla entre ambas familias, dejándome junto a los dos príncipes.
-.¿Desea que le sirvamos algo en especial?.- Pregunto el sirviente a mi lado.
-.Solo una taza de café por favor.-
-.El que hayas llegado algo tarde no es razón para no alimentarte bien.- Dijo la emperatriz -.Necesitas energías.-
Era como escuchar a mi madre.
-.Bueno, tal vez....-
-.¿Por qué no pruebas esto?.-
La reina me extendió un pequeño plato con dos panecillos.
Recordaba estas cosas. Siempre que ella salía a tomar el té, ordenaba que trajeran unos cuantos como acompañamiento.
Y no la culpaba, la receta de estos panecillos era popular en todo el reino desde hace décadas.
Tome el plato mientras el sirviente se encargaba de servir el café recién hecho.
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Voluntad || Bakugou y Tú
FanfictionEl querer lo es todo en la vida. Si se quiere ser feliz, lo serás. Si de verdad necesitas algo, lo encontraras; no es la casualidad quien lo procura sino uno mismo. Su propio deseo y su propia necesidad es lo que forja esa voluntad. ↳ Créditos d...