Voluntad || Bakugou y Tú

『Capítulo 20』

T/N

Tal como habíamos acordado, nos fuimos de Paillem dos días después.

Estar en el imperio fue como sentirse en mi hogar otra vez, aunque relativamente había llegado de mi verdadero hogar hace poco.

La familia imperial no tardó en ponerse al tanto de todo lo que pasó durante su ausencia; su hija se había encargado de cuidar muy bien todo su hogar.

—Su majestad —Me acerque en la silla de ruedas, inclinando mi cabeza en señal de respeto.

—T/N, ¡¿Pero qué te pasó?!—Fue mucha su exaltación. La última vez que me vio, podía estar de pie y erguida, ahora regresaba en una silla de ruedas.

—Me tiraron de un barco.

—¡¿Qué?!

—Es una historia muy entretenida, le gustara oírla, créame.

—Ahora que mamá y papá están aquí, puedo tomarme un descanso, así que tengo tiempo de escucharla.

Fuyumi era la segunda hija mayor entre cuatro descendientes de la familia imperial. Después de la pérdida del primer heredero al trono, ella era la siguiente en la línea y a mis ojos, habría sido una gran candidata a heredar el trono, pero las cosas terminaron siendo diferentes.

Ella no habría logrado ser emperatriz aquí debido a que ya era una reina era en otro lugar, para ser más precisos, en un reino a tres días en carruaje de aquí.

Se había casado con un rey un par de años antes de que yo llegara a trabajar aquí, así que no conozco muy bien los detalles, solo he visto a su esposo una vez y parecía ser un buen tipo, para ser de la realeza, aunque eso no le quitaba lo impredecible, energético y algo burlón.

Y así como ella, Natsuo, el tercer hijo también había desposado a una princesa de un reino extranjero bastante lejano.

Con la pérdida de uno, y el que dos de sus hijos se desposaran género que todo el peso de ser el siguiente heredero al trono pasará a ser de Shoto.

Era algo que aun después de haberlo conocido, a sus veinte años, aun no terminaba de contemplar. Con el tiempo, logró hacerse a la idea y aunque todavía se que todo el asunto le preocupa, planeo estar aquí para apoyarlo cuando llegue el momento en que debían ponerle la corona sobre la cabeza, tanto como su consejera como su amiga.

&

—Los materiales que pidió serán entregados en dos dos pedidos. Es una cantidad bastante grande y son bastante pesados; así que los mandaremos por separado en dos viajes; el primero debe de llegar el lunes de la siguiente semana.

—Perfecto. Con ese primer pedido, los obreros podrán terminar con la mitad del mantenimiento del acueducto principal en unas... tres semanas, quizás dos, si logran llevar un buen ritmo durante los primeros diez días. ¿Cree que puedan mandar el resto de los materiales antes de que se terminen esas dos semanas?

—No se preocupe, los enviaremos apenas terminemos de recolectar todo el segundo cargamento.

—Muy bien —Redacte un pequeño memorándum, colocando en el pie de pagina, mi firma acompañada por mi sello —Por favor, entréguele esto al ministro de finanzas. El se encargará de realizar el billete de pago.

—Bueno... Ahora que terminamos este asunto —Tomó una mejor posición en su asiento y alisó los pliegues de su falda antes de que su expresión de seriedad se convirtiera a una que denotaba emoción y curiosidad —. ¡Cuéntamelo todo! ¿Viste a tus padres? ¿Qué tantas cosas cambiaron desde que te fuiste?