Voluntad || Bakugou y Tú

『Capítulo 23』

—¿No lo sabes?

—No, no lo sé —Comencé a dar mis pasos en reversa cuando él también comenzó a dar sus pasos hacia el frente —. Pensar en alguien con intenciones románticas era algo que no veía dentro de mis parámetros por el momento, y usted —Di un brinco cuando sentí la puerta golpear por completo contra mi espalda —, no quería tener nada que ver con mujeres, pensé que tal vez había comenzado cambiar de parecer cuando comenzamos a volvernos más cercanos, amigos, ¿Me entiende?

—¿Amigos? —Me acorraló, colocando un brazo a cada costado de mi cuerpo. Pude sentir su respiración cuando sus codos comenzaron a flexionarse, acercando sus rostro al mío sin pudor.

—Eso es lo que somos, ¿No es así?

—En eso te estás equivocando. Para el punto en el que estamos, no puedes ser mi amiga.

Apenas vi que se estaba acercando todavía más, aparte mi rostro, cuando quise empujarlo por el pecho, me tomó ambas manos. Por un segundo sentí que el corazón me iba a salir del pecho en el momento que me beso con un ahínco que no pensé alguna vez, una persona pondría en hacer esto conmigo.

Se separó de mí, con nuestras respiraciones erráticas como el único sonido que había en la habitación. La poca presión que él ejercía sobre mis manos se había reducido a nada mientras yo terminaba de salir del estado de shock y mi cerebro intentaba procesar lo que había pasado en solo cuestión de segundos.

—¿Lo ves? —Dijo, mirándome fijamente —Desde hace tiempo he dejado de verte como la amiga que aun supones que eres. Y ahora que tienes las manos libres —Dio cinco pasos hacia atrás, hasta el centro del estudio —, dejaré que hagas lo que quieras conmigo. Si quieres golpearme, adelante, eres libre de hacerlo, pero eso no hará que me arrepienta de lo que acabo de hacer.

El calor y el color rojo del que se bañó mi cara, no sabia de cual era su verdadero motivo; la única reacción que tuvo mi cuerpo fue acercarme hasta plantarme frente a él y dejar que mi brazo tomará el impulso necesario para depositarle una buena bofetada en la mejilla derecha. Su rostro giró hacia un costado, cerrando los ojos con fuerza por el impacto.

—¿Satisfecha?

—¡No, claro que no estoy satisfecha! No puede ir haciendo eso cada vez que le plazca.

—Como te dije, no me arrepiento de lo que hice. Espero que con esto, mínimamente puedas darle algo de credibilidad a la respuesta que te di.

—Es que... Yo

—No lo sabes, lo sé.

—Usted... —Cubrí mi boca con ambas manos —me quito mi primer beso...

Suspiro con fuerza, alzando su mirada al techo, pasándose una mano por el cabello.

—Debo pensar que no era de esta manera como esperabas vivirlo.

—No lo había pensado siquiera. He estado tan inmersa en cumplir mi sueño de superarme y brindarle algo mucho mejor a mi familia que...

"La próxima vez que lo veas, procura poner un poquito más de atención en él; quizás y así termines encontrando en algo que no sabías que te faltaba"

—No me di cuenta de que algo me faltaba.

—Y qué es lo que te hacía falta?

—Sentir la dicha. La dicha de amar y ser amada, es eso a lo que se refería mi madre.

—Y ahora tienes a alguien que te ama; el punto aquí, es que tu no me quieres, al menos no de la misma forma que yo quisiera.

—Lamento que eso lo desilusione.