Escapar de lo que sientes...

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Una semana paso tras aquellos sucesos.

Tomioka había aceptado hacer misiones con Sanemi a sabiendas que peleaban bastante, de hecho el Patrón y el mismo Sanemi estaban sorprendidos pero a este último en realidad no le importaba, si podía golpearlo de vez en cuando sin querer, estaría bien.

Por otro lado Kocho había estado atendiendo a los heridos tras lo ocurrido en la villa de los herreros.

Y no solo eso, se estaba encargando del entrenamiento del chico nuevo, Ushio Amamiya quien no solo había mejorado muy rápido si no que estaba aprendiendo a manejar la espada de manera excepcional para ser tan joven.

—Maestra— Llamo Kanao Tsuyuri, su pequeña hermana y Tsuguko, una hermosa chica con la coleta de lado y unos brillantes ojos rosados— He estado supervisando al chico como pidió pero no parece alguien listo para usar respiraciones.

—Ara ara, yo pensé que si...

—No, me refiero a que no es apto para aprender la respiración de la flor, quizá la del agua pero yo tampoco lo sé— Admitió ella, que pese a que tenía buena vista, no reconocía patrones que los cultivadores (Entrenadores de cazadores) si podían.

—Yo observaré su entrenamiento ¡Quizá se maneje más con la respiración de los insectos!

Por otro lado, Tomioka y Sanemi caminaban de regreso tras la última misión.

—Mira, no pienses que me importas o algo— Sanemi hablo con brusquedad— Pero deberías ir a tratar tus heridas, he visto que muchas no han cerrado y la verdad nos estorbas. Me estorbas.

Eso es algo que Tomioka ya sabía.

El que no le respondiera hizo que Sanemi se molestará pero ya no dijo nada, al menos no en voz alta.

El chico Ushio era rápido y fuerte, sus ataques eran contundentes pero les faltaba elegancia por lo que reconoció que la respiración de la flor y su derivado no serían para él. Por la versatilidad de sus movimientos en muñeca, quizá la del agua si se ajuste a él.

—Maestra, acaban de llegar los pilares de viento y agua. Están heridos— Le llamo Aoi.

A Shinobu le salto el corazón pues Tomioka no se había parado ahí en mucho tiempo.

—Voy en seguida...

Shinobu comenzó a tratar a Sanemi quien se mantuvo en silencio durante su tratamiento.

— ¿Y cómo te va?— Preguntó Sanemi en voz baja.

—Muy bien, gracias por preguntar ¿Y tú qué tal? ¿Fue una misión dura?— Siempre le hacia la misma pregunta. Era algo tan rutinario en ambos que se sentía bien.

De hecho, ella era consciente de lo que sentía este tipo duro por su hermana fallecida pero jamás lo sacó a colación.

—Sí, bien. Tomioka a veces me estorbo pero estuvo bien...

— ¿Ah sí? ¿Qué paso?— Shinobu no pudo evitar preocuparse un poco, pero solo un poco ya que Tomioka no era de los que son estorbo en misiones, al contario, era fuerte y confiable aunque él no lo acepte.

—No se han cerrado muchas de sus heridas ¿Lo has revisado últimamente?

—No... Lo reviraré como se debe.

Así que el hecho de que Tomioka no se haya acercado a la finca mariposa no significaba que no estuviera herido, si no que por alguna razón no quería ir ¿Eh? Shinobu pasó muchas cosas por alto.

Siempre se lastimaba y era consciente de eso desde que lo conoció.

Aoi estaba tratando las heridas de Tomioka en otra habitación y ambos se sobresaltaron cuando la puerta se abrió con brusquedad y el pilar de los insectos entro con una sonrisa fingida en su rostro.

—Yo me haré cargo, Aoi.

—C-claro— Aoi no iba a responder que estaba por acabar ya que su maestra se veía molesta. La vena de su frente la evidenciaba.

Tomioka también se dio cuenta de eso.

—Nee nee, Tomioka-san— El tono de Shinobu era peligroso— Escuche que incluso estando herido has partido a las misiones ¿Es eso cierto?

Tomioka paso saliva.

—Nee nee, Tomioka-san— Shinobu continuo con el trabajo de Aoi pero su tacto era un poco más brusco. Noto que incluso apretó con fuerza sus parches— Deberías cuidar tu salud y venir cuando lo necesitas ¿O es que tienes miedo de algo o de alguien?

—L-lo siento...

—Una disculpa no es suficiente, Tomioka-san— Shinobu mostro una pequeña jeringa y Tomioka abrió mucho los ojos.

—Normalmente usaría comida pero hoy estoy molesta, Tomioka-san.

Tomioka fue puesto a dormir tras eso, en contra de su voluntad, pero voluntariamente, claro.

A día siguiente, los rayos del sol despertaron a Giyuu. Entonces recordó que fue puesto a descansar por Shinobu.

—Ara ara, ya estas despierto— La voz de Shinobu le provoco un escalofrió, entonces un plato de salmón con daikon fue puesto frente a él— Las chicas lo prepararon y pensé que te gustaría ¡Es para que recuperes fuerzas!

—G-gracias...

—Ahora que estas aquí ¿Puedo pedirte un favor?— Le dijo la pequeña mariposa antes de que Giyuu se perdiera en la comida— Ushio, el chico que salvamos ¿Por qué no supervisas su entrenamiento? Aun debes quedarte a descansar así que puede servirte.

—Creí que lo entrenabas tú...

— ¿Así que lo sabes?— Giyuu aparto la vista— Pues sí, lo estoy supervisando pero no parece que tenga la maña de aprender el aliento de la flor o él mío pero parece que el tuyo sí.

—Mandaré una carta al maestro Urokodaki.

—Bien, entonces descansa...

Otra vez quedaron en silencio.

—Gracias, Kocho— Le dijo antes de que la pilar se fuera.

—Oie— Sanemi llamo a Kocho quien iba saliendo de la habitación, haciendo que Tomioka también escuchará, pero no por chismoso, sino porque el pilar del viento hablaba fuerte— ¿Conoces al chico que está en la finca?

— ¿Te molestó?

—No precisamente.

— ¿Entonces?— Kocho inclino el rostro, confundida.

—Acompáñame...

Ambos se fueron, dejando con la duda a Giyuu sobre el que iban a hablar.

El tiempo pasó, cayo la tarde y ahora que Giyuu tenía más fuerza podía ir a ver el entrenamiento del chico.

Pero lo que se encontró fue a Sanemi viendo el entrenamiento del chico, dándole instrucciones y corrigiendo sus posturas.

— ¿Lo ves? El inútil de Tomioka no te habría enseñado nada que te sirviera de verdad— Le dijo Sanemi con orgullo— Corrige esa postura y cuida tu juego de pies cuando des el último golpe ¡Bien!

Sanemi reconocía que el chico tenia talento y no tenía que estarle gritando, algo que lo ayudaba a descansar.

Tomioka no pudo si no sentirse mal ¿Acaban de robarle a otro sucesor?

—Ara ara, Tomioka-san ¿Vienes a verlo?— Preguntó Shinobu al verlo, casi escondido detrás de la puerta.

— ¿Le pediste ayuda a Sanemi?

—No, es curioso, en realidad parece que él noto el potencial del chico— Kocho también lo había notado.

—Ya veo, parece que no soy necesario, entonces...—Giyuu estaba por irse.

—Ara ¿Estás celoso por él chico?— Preguntó Shinobu, tratando de meterse con él.

—No digas tonterías, Kocho— Le dijo Giyuu.

No solo era él pero eso no lo sabía.

Pero lo descubriríapronto.

Respiración Combinada: Danza de la mariposa en calma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora