Treinta.

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Capítulo dedicado a: LovexIdol gracias por votar y comentar, ví tus notificaciones en mis días de bloqueo y me animaron.
Aún es un capítulo con drama, se los dedico a todas ustedes que nunca han dejado de leerme.

30. | Cenizas.


3, septiembre, 2024.

Nunca confíes lo suficiente en una persona, por qué por más buena que sea, te romperá el corazón.

En ese momento no me permito pensar en nada, mi mente está en blanco, mientras que poco a poco siento como el aire me falta, mi vista se vuelve borrosa y es cuando me doy cuenta que estoy llorando, un sollozo escapa de mí y caigo al suelo. Mis manos están temblando pero se niegan a soltar aquellas fotos.

El dolor en mi pecho están fuerte que literalmente me está doliendo, suelto un gemido de dolor.

¿Por qué?

¿No que esta vez no me haría daño?

E incluso esta vez duele peor o así lo siento. Por qué esta vez está cerca. No hay escusa. Joder, no hay excusa. Y eso duele más.

Me engañó.

De pronto me fijo en que aún tengo su camisa, siento mi cuerpo arder de coraje, me desabrocho los botones pero no tengo las fuerzas suficientes para quitarmela.

Lo odio.

Miro las fotos. ¿Por qué me hiciste eso? ¿Donde esta esa promesa de cuidar mi corazón?

Me engañó.

Ahora mismo siento mi corazón destrozando. Me siento tan estúpida por caer de nuevo. Ahora me doy cuenta por qué las personas no vuelven con sus ex's. Por qué es un error.

Tengo sentimientos encontrados, enojó, tristeza, ira, decepción y otros más confusos.

Con el dolor y la ira emergiendo de mí me levanto, me quitó las lágrimas con brusquedad, me voy a poner un pantalón cualquiera y cuando me topo con mi reflejo siento otro golpe de realidad.

Aún tengo su camisa. Así como aún deseo  que todo esto sea un malentendido.

Pero no es así.

Uno se arriesga a que le rompan el corazón una vez, e incluso dos, pero tres ya es avaricia. Necesitamos un final feliz.

Me quitó la camisa y es como si dijera un adiós simbólico. En su lugar me pongo lo primero que veo y no, por primera vez no me siento bien y no me importa salir así, siendo un desastre. Por qué no me importa que diga la gente. Soy una persona normal con sentimientos, que se enamora y le rompen el corazón.

No sé cuánto ni cómo pero cuando vuelvo a poner un pie en el suelo ya estoy en el set. Sebastián vino a recoger algunas cosas y necesito hablar con él. Tengo el sobre en las manos y con pasos lentos entro al lugar.

Luce más sombrío, todo está vacío, solo hay algunas cosas que faltan por quitar pero nada importante, el lugar está gris y triste. El viento fresco de la lluvia me seca las lágrimas de la cara.

El cielo es oscuro, las hojas de otoño están cayendo y lo veo venir. Con una sonrisa está caminando hacia mí y eso me rompe más, me llevo una mano al corazón para sentir si aún sigue latiendo, cuando está lo suficientemente cerca y ve que no estoy sonriendo el borra su sonrisa.

Ambos permanecemos solo mirándonos y entonces del cielo se escucha un trueno, quizá anunciando nuestro destino.

— ¿Martina, que haces aquí? ¿Está todo bien?— su preocupación tan pura hace que el corazón me duela más.

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