Veinticuatro.

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Capítulo dedicado a: Rositamila12

Mini maratón: 3/3

24 | 3 AM.

❤️🎉❤️
YATRA.
❤️🎉❤️


6, agosto, 2024.

La fiesta en el hospital no fue suficiente para personas como Mau y Ricky, que continuaron la fiesta en su casa. Razón por la cual ahora tengo un vaso en la mano y bailó como loco.

Cuando pasa el tiempo, me voy a un espacio más tranquilo, veo en el centro como Ricky está haciendo uno de sus bailes típicos, las personas están a su alrededor alentandolo. Pero eso no fue lo que me robó la sonrisa, si no la chica que bailaba como si fuese lo más divertido que haría, al momento en el que nuestras miradas se cruzaron, fui consiente de su debate interno decidiendo si acercarse o no, ese gesto transformó mi sonrisa en una llena de melancolía.

Le di un trago a mi bebida y solté una agria sonrisa irónica. Me perdí en los recuerdos y en los hubiera, como, ¿Que hubiera pasado si tan solo hubiese viajado para hablar con ella? ¿Que hubiera pasado si nunca hubiera terminado con ella? ¿Que hubiera pasado sí nunca me hubiera rendido y colgado al tercer tono?

Una música comenzó y sonreí cuando mi corazón se encogió, sigue doliendo, por qué el hecho de que la haya besado y actuado normal y felíz no quitaba el hecho de que mi mente me jugará una mala pasada torturandome con los “hubiera”.

Necesitaba aire, así que salí de la casa a pesar de los gritos de los hermanos Montaner para que me uniera a cantar nuestra canción. El aire de la madrugada me dió calma, deje el vaso a un lado y me senté en el césped, cerré los ojos y volví a sonreír.

Así como estaba me creía que en verdad estaba borracho, por qué tenía esa confusión de emociones entre la tristeza del pasado y la emoción del presente.

— Hola. — me sentí soñar, su dulce voz me canto al oído.

— Hola. — salude sin abrir los ojos. La sentí sentarse a mi lado y soltar un suspiro, ese gesto me provoco ternura. — Te cansaste de bailar eh.

— Así es... Y además estaba buscando a una pareja de baile pero no te encontré.

Encontré. Encontré.

Se refería a mí.

— Salí por un poco de aire. — avisé. Y ahora sí abrí los ojos. La mire con atención mientras ella permanecía mirando el cielo con interés. — Te llame ¿Sabes? — Dije de la nada.

Quizá sí estaba demasiado ebrio.

— ¿Como? — le ví sacarse el celular. — no tengo ninguna llamada tuya.

Al ver que no me entendía fui más claro.

— Cuando terminamos. — aclaré. — Fue una noche en la que me emborraché, es gracioso sabes, borre tu número para no caer en la tentación, pero lo sabía de memoria... No sé ni cómo pude recordarlo en ese momento. — me reí sin ganas.

Su mirada se apago un poco.

— Lo siento, yo...

Negué, no deje que siguiera, la entendía.

— No tienes por qué. — le dije. Ella iba a protestar, pero la tome la de mano, me acomodé para quedar frente a ella y eso la silencio.

Jugué con mi mente, no sabía si soltar la locura que me llevaba persiguiendo todo este tiempo o no, pero cuando levanté la mirada todo se esfumó por qué ella me sonrió. Quizá vio divertido como estaba nervioso.

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