Esto no sabe a victoria

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Sin previo aviso, el diamante dentro del dispositivo dorado se rompió en mil pedazos, dejando de emanar el rayo azul. Del agujero donde se encontraba incrustada la roca, ahora expulsaba un tenue humo del mismo color que el diamante.

Por la reacción de Jake, supieron que se trataba de algo bueno para ellos y algo muy malo para Terranova.

—Tiene que ser una broma—musitó sorprendido, al mismo tiempo que daba un par de pasos hacia atrás.

Miró hacia el cielo, confundido, como si esperara que el mismo Arceus bajara de éste en cualquier momento. Pero nada pasó y ese fue su peor presagio.

Seguía lloviendo y la ciudad continuaba congelada en una gran parte, pero el verlo tan impotente ante el panorama les trajo a los Holders nueva esperanza.

Pearl corrió hacia él y de un manotazo tiró el dispositivo al suelo. Lo pisó e hizo añicos lo que quedaba del objeto, pero Jake ni siquiera se inmutó.

—¿Sabes? "T" nos dijo que esto funcionaría—dijo a Pearl como si se tratara de un viejo amigo—. Que este mundo sería destruido para un gran reinicio. Un mundo donde yo podría ver a mi hermana de nuevo...

Pearl lo fulminó con la mirada sin decir nada.

—Si tu hermana, a diferencia de ti tenía una pizca de humanidad, jamás hubiera querido lo que planeaban.

Jake sonrió de lado.

—Eso lo dices porque no has perdido a quienes verdaderamente importan.

Poco tiempo después apareció Iris en su hydreigon y acompañada de Burgh.

—A buena hora se le ocurre llegar—musitó Gold entre dientes al ver a la campeona, así recibiendo un pisotón por parte de Crystal.

—Las autoridades vienen en camino. Será mejor que no te muevas si sabes lo que te conviene—dijo Iris con voz firme.

Jake no opuso resistencia. Parecía resignado ante todo.

Burgh se acercó a los Holders mientras Iris le echaba un ojo al de Terranova.

—Lamentamos no poder haber salvado la ciudad del todo—dijo Crystal apenada por parte de todos.

Burgh se encogió de hombros.

—Veo mucho hielo en la ciudad, muchos edificios dañados y seguro tardaremos en reconstruir todo...pero no veo vidas perdidas, gracias a ustedes—dijo el líder de gimnasio al mismo tiempo que de su mochila sacaba un huevo—. Como muestra de agradecimiento.

Gold fue quien dio un paso al frente para tomar el huevo y analizarlo con detenimiento. Era de color magenta con anillos negros y unos toques de color verde.

—Es un huevo sano, aunque falta mucho para que eclosione—dijo para sí mismo—. Aunque hay que mantenerlo caliente. Este clima no es bueno para él.

Gold se quitó su chamarra y la enredó en el huevo, para después tomarlo entre sus brazos como si fuera un bebé.

—¿Qué pokémon es? —preguntó Moon con curiosidad.

—Me gustaría que fuera sorpresa. Sea cual sea el pokémon dentro, tengo el presentimiento de que lo cuidarán bien.

—¿Entonces eso significa que hemos terminado? —preguntó Y de pronto, viendo todo a su alrededor—. ¿Ganamos?

—Así lo parece—respondió Moon.

—¿Qué? ¿Esto terminó de verdad? —preguntó Gold, pareciendo tener algo en mente. Le entregó el huevo a Moon, a lo que ella intentó cargarlo con el mismo cuidado y cariño que el chico—¿Están seguros que esto terminó?

Pokespe: Last StandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora