Cuentos cortos

para ti.

Tal vez todos estemos cansados del amor ¿Pero no es acaso una de las mejores partes de la vida? Al menos es uno de mis pensamientos más recurrentes.

No me gusta ser calificada como una romántica, las personas que me conocen podrían decir que suelo arruinar el romance. Pero no es así, suelo esconder las cosas que considero debilidades, y actualmente creer en el amor, es ser débil.
Cuando estaba en colegio tenía un profesor especial, uno que admiraba mucho. Me dijo una vez, después de dar un furioso discurso para los grados menores.

- recuerda que ser agresiva no significa ser fuerte.

Desde entonces no pude dejar de pensar en eso. Claro que a mis quince, pensar en otra forma de ser fuerte sin ser agresiva era imposible. Ahora lo entiendo mejor, entiendo que sentir mi tristeza, con gemidos y lágrimas es igual o más válido que aguantar todo con un nudo en la garganta.

Ahora me permito pensar más en el amor, a veces de más; a veces cuando no debo y otras con quien no debo.

Las ansias de sentir amor, me han llevado por caminos incorrectos, no lúgubres, sólo incorrectos, aunque a veces caóticos. Convencerte de que estás enamorado, es casi tan estúpido como convencerte de lo contrario. Y así es como llego a escribirte:

después de tantos labios besados, tanto amor entregado, sólo quiero poder besar tus labios, tocar tus manos, mirar cómo sonríes de lado cuando estás nervioso, poder sentir el olor de tu presencia en el mismo lugar que yo.

A veces pienso que todo éste deseo, es sólo el resultado de la distancia ¿Te deseo por qué no te tengo? Tal vez. Quién soy yo para decir que es amor verdadero, Quien soy yo para decir que tal vez sólo te quiero.

Te quiero, no es una palabra que sea difícil de decir, aunque escondiera mi parte romántica, nunca escondo mi amor. Y a ti te quiero, y te pienso.

Eso es, te pienso todo el tiempo, cuando me levanto y quiero contarte un sueño, cuando como y espero que sea contigo, cuando escribo y quiero que lo leas,  cuando duermo y te deseo cerca, tan cerca.

Por eso te escribo y me despido, por qué con tanto amor para dar, recibir solo indiferencia Es...  como ser apuñalada cada vez que te digo te quiero.

Pero no, esto no es triste, aún quiero amar, me gusta sentir amor, me gusta amarte, y aunque éstas sean palabras de despedida, quiero que sepas que aún pienso en tus labios.