Tres canciones para Ash ✔️

Especial

Helloooo, llegó el amor de sus vidas con un hermoso y corto especial de agradecimiento por los 50k. ¡¡Qué emoción!! Me hace muy feliz ver que hay tantas personas nuevas llegando a esta familia de empanaditas amorosas, o Onyx Lovers en español🤣 así que esto es para ustedes.

Gracias por todo, las amo. Y los, si hay algún caballero por ahí ❤

NEAL

Algo indescriptible acaba de pasarme. Las palabras de la enfermera se sienten irreales cuando caen de su boca. Y ya sabes, es como un sentimiento al que no puedes ponerle nombre, porque no sabes exactamente como reaccionar a eso que ha pasado. No sé que se supone que hago aquí en primer lugar.

Accidente de auto.

Accidente de auto.

Accidente de auto.

Puede sonar retorcido, pero más de una vez me imaginé la muerte de mi madre. No es que yo quisiera que muriera, ese no es el caso. Fue más la curiosidad de un niño que ha visto a su madre perder el control una y otra vez. Una madre que lo ha abandonado durante meses dejándolo a su suerte con no menos de diez dólares para sobrevivir durante el invierno y alimentar a su hermano. Una madre que eligió a alguien más sobre sus hijos porque su amor por ellos era como el monstruo de los vicios que se metía.

Oscuro y sin llevar realmente a ningún lado.

Que loco es este tema del amor, ¿no? Como a veces mirarás a alguien y pensarás que no podrías vivir sin él o ella. Y otras veces, las que únicas que he experimentado, es que eres suficiente, pero no indispensable.

Y, sin embargo, aquí estoy en un hospital del pueblo donde vine a parar con mi hermano menor, Levi, corriendo detrás de la única persona a la que sigo rogándole por un poco de amor. Soy patético, lo sé.

Son casi las cinco de la mañana cuando el doctor aparece por el pasillo. Me levanto inmediatamente y una sensación de amargura se posa en la boca de mi estómago debido a su ceño fruncido.

—¿Familia de Christine Powell? —me pregunta. Asiento y me hace una seña para que tome asiento de nuevo.

—¿Cuál es su parentesco con la paciente?

Lo que digo a continuación me sabe a metal —: Soy su hijo.

—¿Está usted al tanto de que su madre consume sustancias psicoactivas? Encontramos restos de éxtasis en su cuerpo al hacerle algunas pruebas. Lo lamento.

—No es noticia nueva, doctor. ¿Qué fue lo que le sucedió? ¿Está...?

El doctor me corta luego de un silencio tenso.

—Su madre sufrió un derrame cerebral trombótico. Había un coágulo de sangre ya muy delgado cuando intervenimos. Tratamos de hacer todo lo posible, pero el daño ya estaba hecho.

—Entonces, ¿se encuentra como en estado vegetal o algo así? —digo, y recuerdo un episodio de esa serie de doctores que tanto le gusta a Levi en el cuál una chica quedaba en coma por veinte años. El pánico me golpea.

—Está dormida, sí. No sabemos si volverá a despertar. La trasladamos a una habitación en la UCI...

—¿Puedo verla?