13. Wildflower

4.6K 513 288
                                    

1:02 “Sabes que eres mi fantasía favorita, una canción de amor mortal” — 5 Seconds Of Summer.


ASHLEY

En un segundo, estoy cien por ciento segura de que Neal Powell va a besarme. Nuestros rostros están ahí, separados por unos cuantos centímetros que se sienten como millas. Una de sus manos se enreda en mi en mi pelo, y una de mis manos sigue su ejemplo, dejando la guitarra a un lado y tomándolo de la parte delantera de su camisa. La sensación de anticipación zumba en el aire junto con la calidez que se extiende en mi abdomen.

Todo mi cuerpo se tensa cuando sus labios rozan los míos, exhalando un aliento entre nosotros. Si esta es la única oportunidad que tengo para hacer esto, voy a aprovecharlo al máximo. Acorto la distancia que nos separa y…

—Jay dice que no puedo comerme cuatro porciones de pizza, pero puedo, ¿cierto, Neal?

Y en el segundo siguiente estoy empujando a un chico de un metro ochenta lo más lejos de mí, solo para que su hermanito no se dé cuenta que estaba a punto de meter mi lengua en su garganta. Bien, eso sonó asqueroso. Lo llamaremos “un intercambio de conocimientos sobre qué cosas puede hacer tu boca en la mía” sí, eso suena mejor.

La copia más pequeña de Neal está parada frente a nosotros con los ojos bien abiertos.

—¿Qué hacían? —pregunta.

—Nada —respondemos al tiempo.

—¿Entonces por qué estaban enredados como un pretzel?

Oh, dios. ¿Por qué los niños son tan observadores? Neal no me mira a los ojos, pero todavía puedo sentir la tensión entre los dos, volviéndose más y más incómoda. Decido irme por el mejor camino para ambos e ignorar lo que estaba a punto de pasar, pero me sorprendo cuando escucho una risita baja que proviene de él.

—Si, Ash, ¿Por qué estábamos enredados juntos como un pretzel? —inquiere, y sus ojos chocolate destellan con diversión.

Iba a morir de la vergüenza. Aquí. Ahora. Le doy mi mejor mirada seca y digo lo primero que se me ocurre.

—Tu…tenías algo en el ojo.

—¿Una mota de polvo? —inquiere el niño.

—Si —responde Neal, riendo entre dientes—, una muy sucia y molesta mota de polvo.

—Deberíamos decirle a Maxim que tiene que limpiar aquí.

—O colocar una puerta —murmuro para mi misma.

Ante mis palabras, Neal deja escapar una risa que disimula con una tos y se gira para enfrentar a su hermano.

—Levi, esta es mi amiga Ashley; Ash, este es mi hermano menor, Levi —nos presenta.

Levi me sonríe y sacude su mano en mi dirección.

—Hola —dice —, me gusta tu cabello.

—Me gusta el tuyo también —asiento. Tiene el cabello un poco más largo y más claro que el de Neal, llegando a ser castaño con mechones dorados —. ¿Qué decías sobre la pizza?

—¿Puedo comerme cuatro trozos de pizza?

Neal gruñe por lo bajo.

—Claro que no.

—Claro que si —agrego yo—. ¿Por qué no lo averiguamos?

Y con eso, el niño sale corriendo por las escaleras como un torbellino. Reprimo mi risa al ver la expresión de pocos amigos de Neal.

Tres canciones para Ash ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora