Capítulo VI

0 0 0
                                    

Capítulo VI

—¡Preparad vuestras cosas, nos vamos de excursión señoritas!— grita el cabo con una mochila en el hombro. Rápidamente todos cojemos nuestras mochilas que están prácticamente vacías y vamos hacia los camiones que están esperándonos.—¡Coger vuestras raciones! ¡dos por persona!— nos avisa antes de subirse al camión que nos llevará a la zona de tácticas.

—Dos días— murmuro emocionada

—Son tres, tendremos racionamiento—dice Gabriel en mi oído poniéndome la piel de gallina al recordar cómo ese día, escuchaba sus leves gemidos en mi oído.

—Isabel— me llama Bea, de inmediato corro hacia ella, ignorando el calor que me ha inundado— Mantente alejada— me advierte, asiento cogiendo las dos raciones que ha cojido para mi y las meto en la mochila justo en el momento en el que alguien besa mi mejilla.

—Hola...— dice Edgar posando su mano en mi cintura atrayéndome hacia él.

—Hola— murmuro apoyando mi cabeza en su pecho sonriendo. Desde el desafortunado error ha pasado una semana en la cual Edgar y yo nos hemos ido acercando más y más, y gracias a dios no he vuelto a tener nada con Gabriel.

—¡Vosotros dos, dejaros de arrumacos que no es momento!— grita el cabo molesto, pero cuando ve a Bea a mi lado se sonroja como un tomate.

—Nos vemos pronto ¿si?— me giro para quedar cara a cara.

—Nos vemos dentro de tres días preciosa— dice besando mis labios haciendo que el cabo comience a farfullar por todo lo alto.

—¡Insolente! ¡Separate de ella!— dice haciendo reír a todo el grupo.

—Adiós...— digo sonriente antes de separarme de él y subir con Bea al camión.

—Se os ve muy bien juntos— comenta Bea quitándose la mochila para dejarla en el suelo al igual que yo.

—Si... La verdad es que es como si fuera mi mejor amigo, estoy muy cómoda con él— digo sonriendo haciendo que ella sonría aún más.

—Hola— dice Gabriel sentándose en los asientos de enfrente, más bien justo enfrente mío.

—¿Te gusta mucho?— me pregunta Bea ignorandole, asiento sonrojándome— Él está coladito por ti, sois muy monos. Además lo importante es que te respete— dice alto para que lo escuche Gabriel, haciéndome reír por lo bajo.— Aunque tengo una pregunta... La prótesis, ¿es raro? En plan, cuando te toca y así— dice ahora sí curiosa y más bajo.

—La verdad es que no, tal vez este un poco fría al principio, pero me gusta...— la explico, levanto la mirada y veo a Gabriel recorrer mi cuerpo con su mirada y con una sonrisa en los labios, y de inmediato me muevo incómoda por como me mira, haciendo que levante la vista para mirarme a los ojos.

—Y tía, ¿tu abuela como esta?— me pregunta, de inmediato clavo mi vista en ella ignorando a Gabriel.

—Muy bien, los médicos han dicho que ya puede hacer vida normal, y le han quitado alguna pastilla.

—Me alegro, ¿este año celebrarás la navidad con tus tíos?— pregunta emocionada haciendo que sonría.

—¿Tanto te gusta el Ceilidh?— la pregunto divertida.

—Más bien, tu primo con la falda escocesa— dice sonriendo de lado haciéndome estallar en carcajadas

—Por dios bea— digo entre risas.

—Este año quiero que me enseñes a bailar Ceilidh— me pide, haciendo me reir.

—Vale, pero no creo que lo consigas— digo divertida.

Pelotón trojanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora