Capítulo XV

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Capítulo XV



Rápidamente cojo la camiseta de Gabriel que está en el suelo y me la pongo para poder dar la cara.

—Dime todo lo que te haya dicho el hijo de puta del ruso. ¡Ya!— me ordena haciendo que comience a contarle todo desde el principio bajo su atenta mirada, y bajo la mirada de Gabriel.

—En otra llamada me dijo que sabía que vendría aquí, pero no creo que haga nada aqui...— murmuro avergonzada.

—¡Mierda!— grita el coronel dando un golpe a la mesa— Hay que suspender el puto operativo, saben que iremos— maldice peinandose con nerviosismo.— ¡Enterate que tienes que informar de inmediato de todo lo que ese patán te diga! ¡No puedes andar callándote cosas! ¡Ahora tu puto día a día lo vas a informar a mi equipo! ¡Hasta cuando vas al puto baño! ¡¿entendido?!— me grita haciendo que me ponga firme.

—Si, mi coronel— digo con fuerza.

—Esto es absurdo— contradice su hijo.

—Tu calla la puta boca, ya que no sabes hacer una puta mierda. Ahora me encargo yo de todo esto, os guste o no. Tu, ve a la sala de reuniones te están esperando.— me ordena, pero me quedo quieta sin saber a dónde ir.—¡A qué esperas!— me grita de nuevo.

—No se donde esta, mi coronel— tartamudeo avergonzada.

—Al lado de la puta cabina del piloto— me ladra, por lo que salgo rápidamente de ahí.— Guarda tu puta polla en los pantalones, sabes lo que tienes que hacer. No me toques los cojones con tu caprichito— sisea molesto el coronel una vez salgo de la habitación.

Ignoro su conversación, y me encamino a la sala de reuniones. Una vez llego llamo a la puerta y entro.

—Buenos días, soy la cadete Isabel Murray— digo dando el debido saludo.

—Si, si la que la han jodido el polvo— dice un chico sentado en una silla frente a la mesa haciendo que me sonroje avergonzada.

¿Tanto ruido hemos hecho?

— El móvil— me ordena volviéndome a la realidad.

¿Mi móvil?

—¿Perdón?— digo sorprendida.

—Que me des el móvil— repite, por lo que camino hacia él y se lo doy un tanto confundida— Estaré vigilando la línea, escuchando y leyendo todo lo que mandes y te manden. Todo— me aclara conectando mi móvil al portátil que tiene frente a él.

—Están violando mi privacidad— me quejo haciendo reír al resto de los presentes.

—Desde que tu padre te comprometió con el futuro jefe de la bratva no tienes privacidad— dice otro de ellos, haciendo que le mire confundida.

¡¿QUE?!

—¡Alex!— se queja otro de los chicos.

—Mierda la amnesia— murmura arrepentido.

—Qué coño estáis haciendo— ladra el coronel haciendo que de un brinco por el susto.

—Mi coronel— dicen todos al unísono.

—¿Mi padre me comprometió con Luka?— le pregunto de inmediato haciendo que fulmine con la mirada al resto de los presentes.

—Sí, y tú estabas bastante contenta por lo que muestran las fotos— dice simple encendiendo un proyector donde aparezco besándome con un chico rubio. Cuando pasan a la siguiente foto, aparezco junto al chico sonriendo de oreja a oreja.

Pelotón trojanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora