Apago el despertador en cuanto suena, ya que casi no he pegado ojo.
Hoy es mi primera misión.
Me levanto y me pongo mi uniforme de combate, junto con las botas. Cojo la mochila, no sin antes coger un par de tampones por si acaso me baja la regla. Salgo de la habitación sin hacer ruido, y cuando cierro la puerta sale Gabriel de la suya.
Tomo aire y comienzo a andar ingorandole, y gracias a dios, él hace lo mismo. Camino con él a mis espaldas hasta la sala exo, donde veo a Edgar en la puerta esperándome.
— Hola— digo abrazándolo haciendole sonreir— ¿Vienes?
— Si, me han autorizado— dice dándome un beso casto. — Entremos te tienes que poner el traje.
— ¿No nos los podemos poner con el uniforme?— le pregunto entrando con él de la mano.
— No, es una misión de noche, asi que os pondreis un traje negro que han echo los chicos.— me explica dejandome junto a mis compañeros.— Ahora vengo. Chicos ir vistiendo os— dice antes de ir a hablar con los chicos señalando su prótesis.
Aparto la mirada y dejo la mochila en el suelo para comenzar a quitarme el uniforme para ponerme el mono negro el cual se ajusta a mi cuerpo como anillo al dedo.
Subo parte de la cremallera, pero no puedo subir el resto.
— ¿Alguien me ayuda?— pido y de inmediato unas manos se acercan y me suben la cremallera acariciándome la espalda poniéndome la piel de gallina— Gracias Edgar— digo con una sonrisa, pero en cuanto veo la cara de Gabriel se me borra.
— Siento no ser a quien esperabas— dice molesto abrochandose sus pantalones negros antes de ir a por su jersey negro.
¿Soy la única que lleva mono? Por qué...
De inmediato me vienen a la mente las imágenes de los chicos quejándose por el mono y lo entiendo todo.
— Señorita— dice uno de los chicos señalando la sala donde están nuestros exos— Intenta no romper el suelo— dice divertido haciéndome reír.
— Espera, Isabel. Te falta el cinturón— dice uno de los chicos que está terminando de atornillar algo al cinturón— me faltaba ponerle la batería del intercomunicador— dice tendiendome lo.
— Gracias— digo haciéndole sonrojar mientras lo pongo alrededor de mi cintura. Cojo la mochila negra que nos han preparado, y meto en uno de los compartimentos lo que tenía en la mía para luego caminar hacia Edgar, al cual le están revisando los cables de su prótesis.— ¿Todo bien?— pregunto poniéndome detrás suya, viendo la cantidad de cables que le permiten mover la prótesis.
Es alucinante todo hay que decirlo.
— Si, solo la están echando un vistazo, por si acaso— dice girándose para que le bese, lo cual hago con gusto.
— Genial— digo una vez separamos nuestros labios— ¿A dónde iremos?— le pregunto curiosa
— A Barcelona, a la zona de los puertos. — dice levantándose una vez uno de los chicos, al cual no ví el otro día le dice que ha terminado. Cierra la tapa para tapar los cables, y mueve los dedos con fluidez probandola.
— ¿Para qué?— pregunto curiosa
— Para desmantelar una nave donde la Bratva distribuye la droga a España. La policía y los Mossos nos pidieron ayuda, y nos han dado la misión a nosotros.
— ¿La bratva?
— Si, la mafia rusa. No será difícil, no con los exos— dice tranquilizandome, pero no lo consigue del todo.— Vamos, al Hércules— nos ordena tendiendonos un HK G36, un fusil de asalto, antes de que subamos al avión que nos llevará a Barcelona.— Por cierto una vez lleguemos os tendréis que poner el pasamontañas que tenéis en la mochila— nos avisa justo cuando me da mi fusil.
ESTÁS LEYENDO
Pelotón trojan
RomanceIsabel es una cadete, pero no una cualquiera. Su vida esconde muchos secretos, aunque a l vista de cualquiera, ella tiene una vida perfecta. Pero Gabriel, aparecerá en su vida y la cambiará por completo. Recuerdos, mentiras, secretos, guerra, es lo...