Deseos de un corazón desesperado

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Aquel día, Reus le había mentido a Götze, en cuanto dejó a su amigo, tuvo que regresar para recibir el regaño por parte de Klopp, pues en ningún momento le pidió permiso.

Al llegar corrió a cambiarse de ropa, las instalaciones estaban casi vacías, por excepción de unos cuantos turistas que visitaban el museo y la tienda. Reus esperaba ver al entrenador ahí pero no en la cancha esperándolo. Ya se veía su cansancio.

- Lo siento Klopp…- Reus corrió tan rápido como pudo para no retenerlo mucho tiempo.

- Sí - Mientras que Klopp lo miro detalladamente.- Yo también lo siento… Ponte a trotar 10 minutos y vas a practicar al gimnasio.

Ya sabía que su entrenador era comprensivo pero esta ocasión entrenaría el doble por si Götze se presentaba pues si eso pasaba no pensaba ir a entrenar, pero nada era seguro presentía que no iba a ir. Aun así, decidió no decirle nada a Klopp.

- Tómalo con calma Marco, él no dejara de ser tu amigo.

- Sí, ojalá no se olvide de eso…- Sonrió un poco nostálgico.

El entrenamiento había terminado, ahora tendría que correr a su casa para ordenarla, tenía que asearse el también y por lo menos verificar de tener suficiente comida, en dado caso que llegara Götze. Pero no fue hasta que salió de las instalaciones que se dio cuenta.

-Está nevando…- Pinto su mítica sonrisa de lado. Subió a su auto y puso un poco de música.

Sintió un vuelco en el alma. La nieve atontaba a las personas y por precaución evitaban salir. Götze no ira, era un hecho.

De todas maneras, tendría que mantener limpia su casa, hace semanas que no hacia la limpieza. Su madre se molestaría con el si viera semejante desorden. Había que lavar desde los trastes, hasta la ropa sucia y esta última está dispersa por toda la casa.

-¿Cómo deje todo esto por doquier? 

Dejo una carga de ropa en la lavadora mientras limpiaba la segunda planta, una buena aseada de “primavera”. Incuso se puso a sacar la comida podrida del refrigerador.

La casa comenzaba a verse más limpia. Solo reviso la parte trasera para ver que tanto estaría nevando y para su sorpresa, vislumbro un paisaje totalmente blanco que quizás seguiría aumentando. Ya era definitivo, Götze no iría.

Tras una cruel desilusión, siguió ordenando su casa. Trataba de distraer su mente para no ponerse triste.

Las horas trascurrían pero eso ya no le preocupaba al rubio y en lo que la ropa de la secadora para doblarla, tomo un breve receso en la sala. Miro el reloj que se encontraba en el estéreo, faltaba poco para la hora acordada. Por un momento le paso por la mente hablarle a Marcell o Robin para saber si saldrían o también le llego la idea de marcarle a Lewandowski y proponerle que viniera a su casa, total, este último aceptaría a pesar de cualquier cosa y lo más probable es que terminaran revolcándose en la cama.

Reus no quería esta solo esa noche, no quería sentirse como un idiota.

A lo lejos se escuchó el sonido que hace la secadora cuando termina pero el alemán ya estaba muy adormecido en el sillón. Sus parpados estaban totalmente pesados.

-Sí, hasta mañana…- Alguien había entrado. Un auto arranco y los pasos se aproximaron.- No tienes remedio…

-¿Qué?- “La verdad es que no estaba seguro que lo que veía y escuchaba era parte de mi sueño, algo que tanto anhelo tenía que pasar.” - ¿Mario?

El inicio de un "Adiós"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora