Götze ¿10?

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-No creerás lo que vi el otro días.- Reus le dijo a Götze mientras entrenaban.

-Créeme,- Götze sonrió cuando le contesto.- después de estos días, nada me sorprende.

-¿Qué?- Comenzaron a trotar. Götze se adelantó y Reus lo seguía unos pasos tras, tratando de escuchar lo que su compañero hablaba en voz baja.- ¿Qué dices?

-¿Que qué es lo que viste?

-Es poco agradable. La marca Puma bajo tus playeras…

Götze se detuvo totalmente.

-¿De todo el equipo?- Lucia bastante sorprendido.

-No…- Reus trataba de escoger las palabras correctas para decirle.- Solo… las tuyas. Solo las del número 10 de Götze…- El rubio comenzó a reír bajito.- ¡Que ridículo!

-No mucho.- A pesar de que Götze embozo una sonrisa, se le notaba una gran decepción. Volvió a retomar el trote y Reus de nuevo se quedó atrás.

-Eso no es todo… las personas las compraban…

-De seguro para hacer hogueras con ellas.- Götze lo interrumpió y  en el tono de su voz se escuchaba una broma.

-Sí.

La respuesta de Reus fue tan rápida y cortante que Götze de detuvo de nuevo, tan en seco que Reus lo paso y se detuvo adelante para voltear a ver a su amigo, su rostro, aquellos ojos color avellana llenos de nostalgia. El castaño solo comenzó a reír. Su amigo sabía que aquella risa era de nervios. Se aproximó a él.

-Mario, te conozco de hace tiempo y creo que hay algo que no me estas contando. ¿Sucede algo?

-El próximo partido, el de la Champions es algo que el equipo necesita. Es la final. Será histórico…- Götze comenzó a trotar de nuevo.

-¡Oye! Espera…mira, no se… algo en que pueda ayudarte, sabes que puedes contar conmigo.- Reus comenzaba a experimentar un Götze completamente al que conocía.

-No, no hay nada.

Aquella tarde, Götze espero a que todos salieran de los vestidores, que el lugar se quedara solo. Aunque Reus también espero a su salida.

-Mario, ¿te quedas?

-No, en seguida voy…

Reus no podía dejarlo así, la preocupación lo carcomía y la impotencia de que su mejor amigo no se animara a confiar en él.

-¿Quieres que te espere?

-No. En verdad, vete.

El sentido de la impotencia resulto ser más grande porque esta vez, Götze ni siquiera lo miro a la cara cuando pronuncio esas palabras. André ya se lo había advertido a Reus.  No había más que hacer.

Götze tomo una ducha, se relajó un poco, sabía que a fuera lo esperaban pero no sería una agradable visita. Acomodo sus pertenencias en su maleta para salir, se sentía nervioso, como aquellas veces cuando el rival superaba en estadísticas a su propio equipo. 

-¿Aun estas aquí? Ya es tiempo de regresar a casa.- Klopp se acercó a Götze, sacándolo de sus pensamientos, de aquellos recuerdos. Al ver a Klopp se veía totalmente relajado.- No debes de enfrentar esto solo, ¿sabes?

El director técnico, Klopp, siempre se había comportado como una figura paterna para sus jugadores.

-Si bueno, no estoy solo…- Götze contesto sonriendo un poco melancólico.

-Sé que tu familia también te apoya. Ya hable con los directivos del club y permitieron que seas escoltado por seguridad.

-Se lo agradezco.- Götze aún le hablaba con ese respeto que tenía bien merecido por el tiempo. Klopp sonrió y le dio unas palmaditas en la espalda, eso relajo un poco.

El inicio de un "Adiós"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora