Capitulo 3.

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Sábado, 11 de diciembre.

Mis papás discutían, como de costumbre. Estaba en mi habitación tranquilamente dibujando un poco, eso me relajaba y me ayudaba a calmar mi ansiedad, tenía ganas de escribirle a Max, pero no quería verme como alguien urgido, entonces me detuve y no lo hice, aunque cada vez que veía el contacto en mi teléfono me daban ganas de escribir. Paso un sábado normal, aún estaba acostumbrándome a mi nueva casa, reacomodé todo al menos tres veces ese día, hasta que escuché el timbre, sabía quién era. Bajé y mi mamá ya había abierto la puerta.

- ¡Thomas! - mi medio hermano entró corriendo a abrazarme, él y yo somos muy unidos, él tiene 7 años, es pequeño aún, aunque es muy inteligente.

- Hola pequeño- lo abracé y acaricié su cabello.

- El Lunes vendré por el Millie. - ella fue la novia de mi papá por un tiempo, cuando mi mamá y mi papá estaban separados, cuando ellos volvieron él le contó de Mí hermano, mamá se enojó mucho, pero ella es una buena persona, y no trata mal a nadie, ¿fue tonta el perdonarlo?, Tal vez sí, pero no me corresponde juzgar, por el momento ella venía a dejar a mi hermano y lo recogía los lunes, para que conviviera con mi papá.

- Claro, Nancy.

- Nos vemos Harold, compórtate.

- Si mami. - la señora salió de la casa y se fue en si auto.

- ¿Ya comiste Harold?

- No señora.

- Bueno, creo que iré a comprar algo de comida.

- ¡Yo voy! - No me di cuenta de que lo dije muy rápido y fuerte.

- Digo, puedo llevar a Harold a conocer y comparar la comida, y después traerlo para comer.

- Bien, aún es temprano, está bien Thomas, solo que se cuidadoso.

- ¿Podemos ir en la patineta Thomas?

- No, nada de patinetas, llevas al niño, llévate el auto.

- Si mamá.

Caminamos al auto, ayudé a subir a Thomas, me subí y fuimos directo al parque.

- ¡Mira Thomas!, ¡Muchos renos!

- Lo sé, se ve muy bien.

- ¿Ya podemos bajar?

- Solo déjame estacionarme y ya.

Me estacioné y bajé del auto, caminamos un poco y en cada parte donde había un muñeco, un árbol, o luces él se detenía y me decía que le tomara una foto para mostrárselo a Nancy, así que ya podía imaginar cuantas imágenes tenía ahora en mi galería.

- Vamos Harold, tenemos que comprar la comida.

Caminamos un poco más, compramos la comida y regresamos al auto, subimos las bolsas y en ese momento se me ocurrió ir al café.

- ¿Quieres café Harold?

- ¡Si!, ¡Quiero mucho café!

- Vamos por café entonces.

Conduje un poco hasta llegar al café donde trabajaba Max, yo sabía que había cafés más cercanos, pero en realidad yo quería ver a Max, por lo menos decirle hola.

Llegamos al café y no lo vi por ningún lado, ordenamos y la chica del mostrador me sonrió, ella me dió los cafés y regresamos al auto, otra vez, tal vez no está aquí, en eso recordé que él me había dicho que solo trabajaba medio tiempo, todo tenía sentido.

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